Quito, 13 jun (EFE).-El excandidato presidencial del correísmo, Andrés Arauz, quien reside en México con estatus de refugiado, regresó este viernes a Ecuador para cumplir con la primera de las comparecencias periódicas ante la Corte Nacional de Justicia, como parte del proceso en su contra por presunta asociación ilícita, en la que volvió a declararse víctima de «persecución política».
«Hemos venido acá para cumplir con la medida cautelar de presentación periódica y recordar a todo el país que no hay vigente ninguna prohibición de salida del país para mi persona», declaró Arauz, que fue candidato presidencial del correísmo en las elecciones de 2021 y que actualmente ejerce somo secretario general de Revolución Ciudadana, el partido que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017).
La semana pasada, Arauz fue incluido dentro del caso Ligados, una investigación donde, según la Fiscalía, dirigentes de Revolución Ciudadana buscaban hacerse con el control de diversas instituciones públicas a través del Consejo de Participación Ciudadana y Social (CPCCS), un órgano de siete elegidos por votación popular que se encarga de designar a diferentes autoridades estatales, entre ellas al fiscal general.
Pese a la petición de su abogado para que estas comparecencias se hiciesen en México ante autoridades consulares, la jueza Daniela Camacho ordenó tanto para Arauz como para la exasambleísta correísta Esther Cuesta presentarse una vez al mes en Quito ante la Secretaría de la Corte Nacional de Justicia mientras dure la investigación.
«He firmado mi presentación periódica en la Corte Nacional de Justicia. Por todo el contexto que vive el país, ha sido un triunfo de las fuerzas democráticas que aún quedan […] He cumplido con la ley, espero que el Gobierno también la cumpla», publicó, después, en la red social X.
Arauz, sin «ningún temor»
Arauz insistió en su inocencia, al defender que tiene «la ley» de su lado y que no tiene «ningún temor» ni «ningún miedo»; manteniendo que la imputación por asociación ilícita quedará «desmentida» en los «próximos días» porque es una «acusación infundada» y no «tiene nada detrás».
Además de Arauz y Cuesta, también resultó imputado el exsuperintendente de Bancos, Raúl González, para quien se le dictó prohibición de salida del país.
Los tres se sumaron a los otros imputados que formaban parte del caso desde marzo, que son cuatro destituidos consejeros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), imputados de influir en la designación del Superintendente de Bancos
La investigación se inició a raíz de una denuncia y un allanamiento ejecutado el 24 de enero de 2025 en las instalaciones del CPCCS, en el que se incautaron los celulares del exconsejero Augusto Verduga, cuya información «habría revelado la planificación y estrategias delictivas puestas en marcha para tomar del control de la institucionalidad del Estado», según la Fiscalía.
Respaldado por grupo de simpatizantes
A Andrés Arauz se le vinculó con el caso el pasado 4 de junio tras la aparición de unos chats con Verduga, para quien se dictó prisión preventiva y orden de captura internacional al encontrarse en México.
«La Fiscalía me mete [en la instrucción] por dos tuits relativos a la disputa que lleva ya 3 años sobre la Superintendencia de Bancos. Es una acusación terrible, acusa y sin sentido», dijo Arauz cuando se le preguntó por la existencia de dichos chats, al asegurar que el Ministerio Público le relacionó con el caso únicamente por unas publicaciones en redes sociales.
Arauz llegó en torno a las 10:40 de la mañana hora local (15:40 GMT) arropado por unos 40 simpatizantes y asambleístas como Franklin Samaniego, a quienes le permitieron el acceso hasta la entrada de la institución judicial.
«Andrés, amigo, el pueblo está contigo», le corearon los asistentes. «Arauz no tiene nada que ver con el Caso Ligados» –declaró a EFE la asambleísta de RC y dirigente de la Mujer y Familia de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), Margarita Arotingo. «Es una persecución personalizada y odio político», continuó.