Madrid, 18 sep (EFE).- El juzgado que investiga a Íñigo Errejon por presunta agresión sexual a Elisa Mouliaá ha cotejado los mensajes que se enviaron el expolítico y un testigo que había sido amigo de ella, quien contactó con Errejón para decirle que la acusación era «verdaderamente lamentable» y le ofreció su apoyo, relatando que ella ya había denunciado a su expareja usando métodos «sucios».
Este jueves el Juzgado de Instrucción número 47 de Plaza de Castillla ha llevado a cabo el cotejo y ha verificado la autenticidad de los mensajes (un correo electrónico y varios mensajes de WhatsApp) entre Errejón y el dueño del piso en el que se celebró la fiesta a la que acudieron Errejón y Mouliaá en 2021, en la que presuntamente ocurrió una de las tres agresiones sexuales denunciadas por la actriz en 2024.
Este testigo y su pareja, que eran amigos de Mouliaá en 2021 pero luego se distanciaron porque ella porque se divorció de su marido, declararon ante el juez el pasado mes de junio que Mouliaá les presionó para que validasen su versión, y él reconoció que se puso en contacto con el político, por iniciativa propia, porque tenía una versión distinta a la que le contaba Elisa y le parecía «injusto» lo que Errejón estaba viviendo.
La Fiscalía pidió que se cotejaran los mensajes entre este testigo y Errejón, y este jueves el juzgado ha corroborado que el primero envió un correo el 25 de octubre de 2024, un día después de que la actriz interpusiera la denuncia, en el que decía a Errejón que se acababa de enterar de la acusaciones y sentía lo que estaba ocurriendo porque es «verdaderamente lamentable».
Relata que tanto él como su novia estuvieron presentes en la fiesta y conocen la historia «de primera mano», porque Elisa les contó «todo con detalle» al día siguiente, y añade: «Todo perfectamente normal, aquí estamos para lo que necesites».
Añade que «la razón fundamental» por la que le escribe es que Elisa ya denunció por abuso sexual a su exmarido, que es amigo suyo y motivo por el que ya no tienen relación con ella, precisando que la familia del exmarido tiene una gran fortuna y Elisa «le amenazaba pidiéndole mucho dinero en la separación y utilizando todos los sucios métodos posibles».
El juzgado también ha corroborado los mensaje de WhatsApp que se enviaron Errejón y el testigo entre el 28 de octubre de 2024 y el 6 de marzo de 2025, en los que el político saluda en tono distendido al testigo y le explica en un momento dado que el juez ha citado a varias personas y próximamente les citará a él y a su novia.
Fuentes de la acusación han explicado a EFE que los mensajes de WhatsApp denotan una relación de «inusual confianza» entre el testigo y Errejón, y que el correo electrónico, cuyo contenido no han querido detallar ni comentar porque entienden que contiene información personal sobre Mouliaá, lo que revela es que existe un «ánimo espúreo» en el testigo.
El letrado Jorge Piedrafita, que ejerce la acusación popular en nombre de la Asociación Defensa Integral de Víctimas de Delito Especializada, ha destacado que el cotejo verifica que Errejón y el testigo se coordinaron y «prepararon las declaraciones contra Mouliaá», en una «situación de clara animadversión de los testigos hacia la denunciante».
Tras la diligencia de este jueves el juez Adolfo Carretero ha comunicado a las partes que llamará a declarar a una psiquiatra que atendió a Mouliaá tras la agresión sexual denunciada, y que le recetó antidepresivos.