La Clínica Universidad de Navarra no suele ser escenario de escenas tan… salvajes. Pero la mañana de hoy, un corzo decidió romper la rutina y protagonizar un evento digno de las mejores noticias locales. El pequeño cervatillo, aparentemente herido, apareció de la nada en la entrada de la clínica, causando un revuelo entre pacientes, personal y visitantes. Imaginen la escena: batas blancas, caras de sorpresa, y un corzo intentando esconderse bajo un coche aparcado en la calle Monasterio de Tulebras.
La huida del corzo fue tan inesperada como su llegada. Tras un breve pero intenso momento de confusión, el animal, visiblemente asustado y con alguna herida, decidió refugiarse bajo el vehículo, convirtiéndose en un inesperado pasajero. La situación requirió la intervención de los profesionales del Guarderío de Medio Ambiente, quienes, junto a la Policía Municipal, lograron rescatar al corzo sin mayores incidentes. La operación, que requirió paciencia y delicadeza, fue todo un éxito.
El corzo, tras recibir los primeros auxilios, fue trasladado a un centro de recuperación de fauna silvestre para recibir la atención veterinaria necesaria. Mientras tanto, la anécdota del corzo en la Clínica Universidad de Navarra ya forma parte del folklore local, una historia que se contará y se recordará con una sonrisa. La Última Actualización sobre su estado es positiva, y se espera su pronta recuperación. La clínica, por su parte, ha vuelto a la normalidad, aunque con una anécdota que difícilmente olvidarán. Quién sabe, quizás el corzo se confundió y pensó que la clínica era un spa de lujo para animales. En cualquier caso, la historia nos deja una lección: la naturaleza, a veces, nos sorprende con su peculiar sentido del humor.
