Madrid, 17 jun (EFE).- El coste económico de la brecha de género en conciliación en España es de 95.500 millones de euros anuales, que cuantifican las más de tres horas diarias de diferencia que las mujeres dedican a las labores domésticas y, sobre todo, a los cuidados. Son 41 millones de horas cada día.
Así lo pone de manifiesto el informe ‘Coste de oportunidad de la brecha de género en la conciliación 2025’, elaborado por Closingap y Repsol y presentado este martes en Madrid.
Cada día, las mujeres dedican 3,2 horas más que los hombres a cuidados y tareas domésticas, que son 2,8 jornadas laborales a la semana. Son 48 minutos más destinados a las tareas y 2,4 horas más, a los cuidados.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha reconocido que es «dificilísimo» empequeñecer esta brecha y ha aseverado que las mujeres se han incorporado al mercado laboral, pero los hombres no han hecho lo mismo en los cuidados.
Redondo ha incidido en que las mujeres trabajan en casa cada semana casi tres jornadas más que los hombres y que ese trabajo no es remunerado ni muchas veces valorado.
Más de 95.000 millones
El informe ha calculado el precio de esa brecha de horas y son 33.471 millones de euros en tareas domésticas y 62.110 millones de euros a los cuidados. En total, 95.581 millones de euros.
Mientras se ha observado una contracción de la brecha en cuestiones del hogar (del 80 % asumido por las mujeres en 2002 al 58 % de 2023), la diferencia en los cuidados no se ha movido (del 60 al 62 %).
La directora general de Closingap, Lucila García, ha denunciado que la brecha en los cuidados se mantiene «como una estatua de sal» en los últimos 20 años que perpetúa la «pobreza de tiempo» de las mujeres.
El estudio también evidencia el impacto que esa brecha tiene en el mercado de trabajo: el 84 % de las excedencias por cuidado las cogen las mujeres, un tercio de las mujeres inactivas lo están por estos cuidados y por cada hombre que se acoge a una reducción de jornada por cuidados hay 7,4 mujeres.
Penalización
Un año después de haber tenido su primer hijo, las mujeres trabajan un 34 % menos que los hombres. Diez años después, un 33 %: «La penalización de la maternidad sigue vigente».
García ha destacado que en España más de 500.000 mujeres trabajan a tiempo parcial, frente a 70.000 hombres. La media de horas semanales que trabajan estas empleadas a tiempo parcial es de 18 horas. La investigación calcula que, de trabajar 40 horas semanales, su aportación al PIB sería de 19.000 millones.
«Tenemos una asignatura pendiente muy potente en corresponsabilidad», ha subrayado la responsable de Closingap, que ha enumerado las consecuencias de esta brecha en la vida de las mujeres: en sus posibilidades de acceso y promoción en el mercado laboral, de aprendizaje, de ocio, de decisión de la maternidad e incluso de cuidado de la propia salud.
Brecha generacional
El estudio ha detectado además que la generación Z, que comienza a entrar en el mercado laboral, no percibe las desigualdades de género en los cuidados como sus predecesores, los milenials.
Dos tercios de los chicos de la generación Z no percibe desigualdades entre hombres y mujeres, el 56 % no considera que ellas tengan más dificultades para compaginar la vida laboral y familiar.
Un 17 % considera que limpiar la casa es un asunto de mujeres, al igual que el 14 % piensa que lo es el cuidado de menores y el 10 %, el cuidado de enfermos. Llama la atención que las chicas Z también asumen esta desviación en los roles: un 21 % cree que limpiar la casa es cosa propia de ellas, y un 25 %, cuidar a hijos enfermos.
García ha asegurado que son porcentajes más altos que los de sus madres y abuelas y ha enfatizado que hay «cierto retroceso en la agenda».
El informe celebra la flexibilidad y el teletrabajo, los permisos igualitarios por nacimiento y la disposición de la generación milenial a la corresponsabilidad como factores positivos para reducir la brecha de género.
La presidenta de Closingap, Marieta Jiménez, ha señalado que «cuidar también es una forma de liderar, tanto e los hogares como en las empresas. (…) Conciliar no debería ser un lujo ni una cesión», ha concluido.