Redacción Medioambiente, 15 sep (EFE).- El coste de la innacción europea frente a las olas de calor, inundaciones y sequías de este verano se estima en 43.000 millones de euros a corto plazo (2025), cifra que puede llegar a 126.000 millones para 2029, con pérdidas en España estimadas en 12.000 millones de euros solo para este año, según un informe.
El documento «Dry-roasted NUTS: early estimates of the regional impact of 2025 extreme weather» (NUTS tostadas en seco: primeras estimaciones del impacto regional del clima extremo en 2025) publicado este lunes ha sido elaborado por los investigadores Sehrish Usman, de la Universidad de Mannheim (Alemania), y por Miles Parker y Mathilde Vallat, del Banco Central Europeo (BCE), cuyas visiones, advierten, no necesariamente representan a las de la entidad financiera.
Estos datos, que no incluyen los incendios forestales de este verano, se han hecho públicos justo antes de la reunión de ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea, el 18 de septiembre, cita en la que debatirán los objetivos climático de la UE para 2040.
España, Francia e Italia, los más afectados
Según los autores, España es el país con mayores pérdidas estimadas con más de 12.000 millones de euros solo para 2025, datos que podrían escalar hasta los 34.000 millones de euros para 2029, únicamente tomando en cuenta los fenómenos extremos (menos incendios) de este verano, equivalente al 0,8 % y el 2,4 %, respectivamente, del Valor Agregado Bruto (VAB) total del país en 2024.
A España le siguen en pérdidas para 2025 Italia (11.857 millones de euros) y Francia (10.108 millones de euros), unas cifras que podrían subir en 2029 a 34.233 y 33.956, respectivamente.
La investigación se ha realizado con la combinación de datos actualizados del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF, por sus siglas en inglés), con estimaciones publicadas recientemente del impacto histórico de los fenómenos meteorológicos extremos en las regiones de la Unión Europea (UE), más concretamente en las unidades territoriales estadísticas (NUTS), creadas por la Oficina Estadística Europea Eurostat en función de los umbrales demográficos (NUTS3 -provincias-, NUTS2 -comunidades autónomas- y NUTS1 -supraregiones-).
Efectos en los índices económicos
El estudio identifica 279 NUTS3, una cuarta parte del total de la UE, que han sido afectadas por fenómenos meteorológicos extremos, que incluyen 53 con condiciones extremadamente húmedas (inundaciones), 31 con olas de calor, 130 con sequías y 65 con fenómenos compuestos en los que se registraron simultáneamente una ola de calor y sequía.
Con datos del impacto histórico medio de las olas de calor, inundaciones y sequías en la actividad regional, según el estudio, el coste estimado de la actividad en las regiones probablemente se reducirá unos 43.000 millones de euros en 2025, equivalente al 0,26 % del Valor Agregado Bruto (utilizado para el cálculo del Producto Interior Bruto, PIB) de la UE.
De acuerdo con datos de 2024 de la Agencia Europea de Medioambiente), en el periodo 1980-2023 España registró 2.258 millones de euros en pérdidas asociadas a desastres climáticas, Italia 2.311 millones y Francia 2.092 millones.
Pérdidas para muchos sectores
Los autores alertan de que, con el tiempo, el impacto inicial puede extenderse a otros sectores y regiones a través de las cadenas de suministro y otros canales y ponen de ejemplo, como lo hizo recientemente otro estudio, que los fenómenos meteorológicos extremos afectan a los precios de los alimentos a nivel mundial.
Las olas de calor estivales, subrayan, causan pocos daños físicos, pero «pueden reducir sustancialmente» las horas trabajadas y la producción en los sectores de la construcción y la hostelería.
Apuntan que solo estableciendo la hipótesis contraria, es decir, cuál habría sido la actividad económica sin el fenómeno, se puede calcular el verdadero coste económico.
Concluyen que, aunque probablemente «con estimaciones conservadoras» ante la falta de datos históricos, el impacto negativo de los eventos meteorológicos extremos en las regiones europeas empeora y que la mayor repercusión se produce a menudo varios años después, incluso en regiones en las que no se producen más fenómenos extremos.
Es probable, alertan, que la actividad económica se vea deprimida en los próximos años en las regiones afectadas por fenómenos extremos del verano de 2025, con una pérdida estimada del VAB en 2029 aproximada de 126.000 millones de euros en términos de 2024.