El desamparo de los residentes de la bombardeada torre de Al Jundi: «¿Dónde vamos a ir?»

CIUDAD DE GAZA, 15/09/2025.- Unos ciudadanos gazatíes intentan salvar este lunes algunas de sus pertenencias entre los escombros de la torre Al Jundi, en la ciudad de Gaza, que fue derribada ayer, domingo, por el ejército de Israel. EFE/ Ahmad Awad

Gaza, 15 sep (EFE).- Escombros y ferralla ocupan este lunes el lugar en el que se erigía la torre gazatí Al Jundi, destruida el domingo por las fuerzas israelíes. Sus residentes fueron avisados con minutos de antelación y se enfrentan ahora al vacío: «¿Dónde vamos a ir?», afirman a EFE algunos de ellos.

Sami Mohamed, de 30 años, vivía en Al Jundi desde hace 22. La orden que recibió del Ejército de Israel fue escueta: «Evacuadlo: tenéis 10 minutos», recuerda frente a las ruinas del edificio, donde todavía hay gente que intenta rescatar sus pertenencias en bolsas de basura, mantas o sábanas.

Al Jundi es una de las torres más altas derribadas por Israel en los últimos días. Se encuentra junto al mercado del barrio de Rimal y su destrucción este pasado domingo causó varios heridos, según indicaron a EFE fuentes gazatíes.

Desde que Israel anunció a mediados de agosto su intención de invadir toda la ciudad de Gaza, las fuerzas armadas del país han destruido decenas de edificios allí. Solo el domingo derruyó al menos cinco de gran altura, entre ellos ese.

Mohamed subraya que sus residentes bajaron tal y como estaban. «Hoy estoy en la calle», lamenta mientras a sus espaldas hay quienes cargan con colchones polvorientos e intentan hallar otros bienes en una búsqueda que se anticipa infructuosa.

Les queda ahora buscar un lugar alternativo donde vivir, pero el transporte hacia el sur de la Franja de Gaza es caro y los alquileres también. «No sé (a dónde ir). Queremos ir con Dios (morir)», apunta apesadumbrado.

«Tened piedad de nosotros»

CIUDAD DE GAZA, 15/09/2025.- Unos ciudadanos gazatíes intentan salvar este lunes algunas de sus pertenencias entre los escombros de la torre Al Jundi, en la ciudad de Gaza, que fue derribada ayer, domingo, por el ejército de Israel. EFE/ Ahmad Awad

Para relatores de la ONU de derechos humanos, organizaciones internacionales y un creciente número de países, la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 constituye un genocidio: han muerto más de 64.800 personas, entre ellas más de 19.000 niños.

«El mundo (…) no tiene interés, pero Dios existe. Al final, llegará su turno», añade Mohamed.

Este mismo lunes el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, que se encuentra de visita en Israel, aseguró en una rueda de prensa con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que si Hamás quisiera acabar con la guerra y dar paso a «un futuro mejor para la gente de Gaza» podría «rendirse esta noche».

«Israel nos está exterminando. Suplicamos al mundo entero: Tened piedad de nosotros», recalca a EFE otro vecino de Al Jundi. Él vivía en su octavo piso desde el año 2013 y subraya que no había en ese bloque de 14 plantas ni personal militar, ni ninguna organización.

Por ello pensó que «era poco probable que resultara afectado». Como Mohamed, tuvo que irse con lo puesto. «No me pude llevar nada. Estamos sentados en las calles, sin encontrar refugio, sin hogar, sin ni siquiera una tienda de campaña. Estamos en un estado deplorable», sostiene.

Tiene un hijo ciego, con necesidades especiales, pero las 60 o 70 familias que calcula que habitaban allí comparten la incertidumbre de verse sin bienes ni otro destino al que ir. «Dicen que en el sur todo está cerrado, Jan Yunis está cerrada, todos los sitios están llenos. ¿A dónde voy a ir?», repite.

«Tenemos hijos, tenemos ancianos, mujeres. Yo duermo en la calle, vale, ¿pero mi esposa, mis hijos e hijas? ¿Dónde van a dormir?», concluye con un llamamiento claro «al mundo»: «Por favor detened esta guerra».

Ahmad Awad