Santiago de Chile, 4 sep (EFE).- «El deterioro de la democracia en Estados Unidos ha ocurrido muy rápido» y la deriva reaccionaria del Gobierno de Donald Trump está teniendo un gran impacto en Latinoamérica, alertó este jueves a EFE la directora regional del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), Marcela Ríos.
La politóloga y socióloga chilena aseguró que la gestión de Trump «legitima comportamientos autoritarios e iliberales, transforma las narrativas sobre la democracia y cambia el rol de un socio estratégico en la región en materia de promoción de derechos humanos y democracia».
Además, la celeridad con la que están ocurriendo los ataques a la democracia estadounidense demuestra que «no todos los procesos de deterioro van a ser lentos o van a ocurrir a lo largo de dos décadas, con paulatinas restricciones», afirma la directora del instituto.
«Cuando hay mucha concentración de poder, (el deterioro democrático) puede ocurrir extremadamente rápido. Es algo que nos preocupa sobremanera», añadió Ríos durante una entrevista en Santiago de Chile, que acoge esta semana el 30° aniversario de IDEAS Internacional.
De 1 a 5 regímenes autoritarios

Cuando un grupo de Estados -entre ellos Chile- fundaron el instituto en Suecia, en 1995, el mundo vivía «un momento de expansión democrática, después de la tercera ola de democratización» y, salvo Cuba, no había regímenes autoritarios en Latinoamérica, recordó Ríos.
Treinta años después, apuntó, «estamos en un momento global de retrocesos» y la región ha pasado a tener cinco autoritarismos: Cuba, Nicaragua, Venezuela, Haití y, «recientemente», El Salvador.
«Hoy día la amenaza no es un golpe de Estado, no es un bombardeo al palacio de Gobierno, sino el socavamiento interno de la democracia. Es decir, utilizar las reglas para subvertir su funcionamiento», advirtió la socióloga.
Para Ríos, el ejemplo de El Salvador, donde el presidente Nayib Bukele lleva a cabo una polémica lucha contra las pandillas y bandas delincuenciales y ha promovido recientemente una controvertida reforma constitucional que abre la puerta a la reelección indefinida, «es muy preocupante para Chile y para toda América Latina».
El régimen de excepción que implantó Bukele en marzo de 2022, con muy altos niveles de popularidad, ha permitido arrestos masivos de supuestos pandilleros, con cifras que superan las 87.000 detenciones, y que incluyen a miles de presuntas personas inocentes, según reportan ONG como Cristosal y Socorro Jurídico.
«No podemos intercambiar seguridad por democracia. A América Latina le ha costado mucho construir instituciones de Justicia que funcionen bien y que las personas tengamos el derecho a la defensa y a ser considerados inocentes», subrayó la directora regional de IDEAS Internacional.
Fallos de la democracia

El deterioro democrático universal es consecuencia, según la experta, de un conjunto de factores que incluye la pérdida de confianza de la ciudadanía en las instituciones, debido a la corrupción, así como la «lentitud» y la «ineficacia» con que el sistema resuelve muchas veces los problemas que aquejan a la gente, como la desigualdad o la seguridad.
Hoy en día, declaró Ríos, «la inmediatez de las comunicaciones y de la vida reclama que la política y la democracia reaccionen rápido. Y la democracia no está hecha para soluciones rápidas. (…) Un emperador o un general van a poder tomar decisiones más rápido que un congreso».
«Los movimientos extremistas, autoritarios e iliberales aprovechan este descontento y estas debilidades de la democracia para generar propuestas fáciles a preguntas complejas y generar enemigos y polarización», agregó la politóloga.
Pese al oscuro panorama, Ríos cree que hay espacio para la esperanza en la región si se protegen las instituciones electorales, se combate la desinformación, se regula el financiamiento de la política y se empieza a no considerar al que piensa distinto «como un enemigo».
«La democracia sigue estando en manos de las personas, de los pueblos y también tenemos experiencias virtuosas de resiliencia. Tenemos mucha esperanza y fe en que las y los latinoamericanos tienen un apego todavía muy fuerte a la democracia porque han luchado por ella en momentos complejos», concluyó la directora regional de IDEAS Internacional.
María M. Mur