Nueva York, 5 jun (EFE).- El documental peruano ‘Runa Simi’, que se estrena este jueves en el festival de cine de Tribeca, muestra el periplo de un hombre para doblar ‘El rey león’ a la lengua indígena más hablada de Latinoamérica, el quechua, que «existe y resiste», según reivindicó a EFE su director, Augusto Zegarra.
«Estar aquí y poder gritar a los cuatro vientos que el quechua existe y resiste es importante, especialmente con el clima sociopolítico en Perú, Estados Unidos y el mundo», dijo en una entrevista telefónica el cineasta, que considera un «premio» llegar a Tribeca con su primer largometraje y espera tener un impacto social.
‘Runa Simi’, como se denomina también al quechua, y que significa ‘idioma del hombre’, sigue a Fernando Valencia, locutor de radio y artista de doblaje independiente en esta lengua indígena, y a su hijo Dylan, de 6 años, mientras ponen voz a los personajes del clásico de Disney en un humilde estudio de grabación.
El origen de la obra está en los ‘Quechua clips’, unos videos que se volvieron virales hace una década en internet con doblajes de películas famosas, y que sorprendieron a Zegarra por su «nivel y calidad», y también porque solo había una persona detrás, Fernando, a quien describe como un «optimista» y un «artista».
La tarea dobladora que une a padre e hijo se vuelve titánica cuando Fernando, que «tiene claro que su idioma merece su espacio», lucha por conseguir la licencia de doblaje del gigante Disney para obtener medios y respaldo institucional, y llamando a mil puertas incluso logra el apoyo del codirector de la película, Rob Minkoff.
Frente a la acogida del proyecto por parte de los quechuahablantes y peruanos que quieren preservar la lengua, Fernando se topa con un muro a la hora de conseguir el permiso, a lo que el director matiza que «la discriminación lingüística no es culpa de Disney, sino de un sistema que refuerza estereotipos y estigmas».
Finalmente, y tras una negativa en un frío rascacielos de Lima, el locutor decide seguir adelante con el doblaje «independientemente de las consecuencias» y lo proyecta en un estadio al que asisten familias con niños, que quedan absortos ante la inusual posibilidad de escuchar en su lengua materna la famosa cinta de dibujos.
El poder de la emoción en auxilio de una lengua
A ese respecto, tanto el protagonista como el director coinciden en el poder de la emoción para salvar al quechua de la extinción: el primero señala la risa de los niños y ancianos que ven el doblaje, y el segundo asegura que el humor y la alegría llevan más lejos una historia, como es el caso del documental.
Zegarra señaló que el filme, que le ha llevado nueve años desarrollar, llega en un momento especialmente clave en Perú debido a la Ley de Cine, que está «censurando» los proyectos de la población indígena, y deseó que ‘Runa Simi’, dada su atención internacional, sea el «punto de inicio» para cambiar eso.
El director deseó que dé lugar a «una revisión de cómo se trata a las personas indígenas» en el país y aseguró que el documental es como una «anécdota» sobre una «problemática más grande», pues parte de esta población aún lucha por derechos tan básicos como el agua potable.
Y, sostuvo, «no perdemos la esperanza de que Disney pueda ver que existe este proyecto y esta persona» que pelea por salvaguardar la «herencia cultural» para su hijo y las generaciones posteriores.
Nora Quintanilla