San Sebastián (España), 21 sep (EFE).- Las aventuras y desventuras de Óscar Restrepo, un poeta de amplio corazón, pero con una vida bastante inestable, llegaron este domingo al Festival Internacional de Cine de San Sebastián de la mano del director colombiano Simón Mesa Soto, después de su paso por Cannes, donde obtuvo el Premio del Jurado.
Ambientada en Medellín y rodada en película de 16 milímetros, la cinta, que participa en la sección Horizontes Latinos del certamen español, narra en tono de comedia social la vida de Restrepo (Ubeimar Ríos), un poeta frustrado y melancólico que busca redención al conocer a Yurlady (Rebeca Andrade) una joven talentosa en la escritura.
Mesa Soto apostó por actores naturales para dar vida a los personajes de su película, lo que, en el caso del seleccionado para protagonista, «lo cambió todo».
«En parte porque yo tenía una idea más preconcebida del personaje, tal vez más parecida a mí en sus formas, pero la personalidad, la manera de hablar, de ser, viene de Ubeimar», asegura el cineasta en una entrevista con EFE.
El actor colombiano nunca había tenido contacto con el mundo del cine, «coqueteé con la actuación de joven, con el teatro», dice, «pero eso me duró 15 días porque hice un ejercicio de improvisación y el profesor me regañó. Yo creí haberlo hecho bien, pero no, así que no volví».
Hasta que Óscar se cruzó en su camino y le enseñó que «no se puede tirar la toalla, no se pude perder la esperanza».
«Y en ese sentido vamos a ver que pasa ahora con mi futuro en el cine. Me hacen esa pegunta y lo que digo es que si me invitan, pues yo voy a estar ahí, pero no sé si lo haré bien. Aquí las cosas salieron bien porque me identifiqué con el personaje, pero no sé si me ponen a hacer otro papel», admite el actor.
«La comedia nos permite sacudirnos de los temas sensibles»

La película toma parte de la problemática de los barrios pobres de Medellín y sobre todo es una exposición del mundo de la creación artística, con sus luces y sus sombras, aunque, dice Mesa Soto, «todo tratado en tono de humor».
«Sí, era un poco darle la vuelta al mensaje desde el humor. A mí me interesaban todos los dilemas de la creación artística, donde siempre el personaje es como un objeto antropológico, y se trataba de jugar con eso y darle la vuelta», señala.
Y, «¿por qué no reírnos de todos?, añade, «es, por ejemplo, como romper con la sacralidad del arte, con el moralismo del arte, porque tiene que ser perfecto. Era sacudirnos un poco de todo eso, y sabíamos que los temas que tocamos son sensibles en muchos casos, pero la comedia nos permite sacudirnos».
En ‘Un poeta’ , Mesa Soto se ríe incluso de sí mismo: «Claro que sí, sin duda lo hago. Me río del proceso como cineasta, de los dilemas que se enfrentan. Yo soy un poco como Óscar también», señala el director que se siente cómodo en el cine de personales, de diálogos. «Es lo que me interesa», añade.
Segunda vez en Horizontes Latinos
‘Un poeta’ es la segunda participación del cineasta colombiano en el Festival de San Sebastián. Su ópera prima, ‘Amparo’, también compitió dentro de Horizontes Latinos.
Además de en el Festival de Cannes, la película ha sido recientemente premiada en el de Múnich y recibió cuatro galardones en el de Lima: Premio APRECI a la Mejor Película, Premio del Jurado, Mejor Fotografía y Mejor Actor (Ubeimar Ríos).
Y con todo eso Mesa Soto no ha encontrado tiempo para dedicarse a nuevos proyectos: «He tenido una carga de trabajo grande, pero espero volver a retomar mi vida». EFE
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