Miami (EE.UU.), 14 jun (EFE).- El icono del pop español Melendi culmina este fin de semana en Miami la gira que celebra sus veinte años de trayectoria, con invitados como la cubana Aymée Nuviola, la sorpresa del concierto del viernes, en el que aprovechó para enviar «amor» a la gente de Cuba, una nación cercana a su corazón.
El cantante tuvo que duplicar fechas en el Kaseya Center de Miami tras agotar todas las localidades, y se presentará de nuevo esta noche.
El espectáculo de anoche se convirtió en una auténtica celebración de la trayectoria del artista asturiano, que «en realidad son 23 años, pero se nos va la gira», bromeó, provocando la ovación inmediata de un público completamente entregado.
Vestido con su habitual camiseta negra y unos pantalones vaqueros, Melendi demostró que su energía y su cercanía bastan para llenar un escenario, junto a su talentosa banda musical que le acompaña desde hace años, a cuyos integrantes fue presentando uno a uno, dedicándoles un momento especial donde mostraron sus habilidades.
Bajo mil estrellas brillando al ritmo de la música, Melendi conquistó Miami con su carisma natural y un repertorio que viajó desde sus inicios, recorriendo temas como ‘Caminando por la vida’, ‘Un violinista en tu tejado o ‘Tu jardín con enanitos’.
Uno de los momentos que más emocionaron al público fue cuando apareció Nuviola, con quien Melendi interpretó ‘Pan para Yolanda’, una canción dedicada a «una Cuba que no tiene voz», denunció la cubana.
Las gradas estallaron con gritos de «¡Viva Cuba libre!» y «¡Libertad para los presos políticos!», en una ciudad donde la realidad cubana forma parte de la identidad colectiva.
Melendi, que tuvo un abuelo cubano y siente una conexión especial con la isla y su gente, compartió una reflexión: «Una maestra me dijo que no se puede combatir el odio con odio, sino con amor».
En uno de los gestos más íntimos de la noche, Melendi se sentó de espaldas al público y observó en la gran pantalla los rostros de quienes habían asistido a su concierto, mientras las cámaras recorrían la multitud, atento a cada mirada que lo acompaña desde el otro lado del escenario.
Su inconfundible voz, ronca, cálida, expresiva, cautivó al incansable público que, tras cerca de tres horas de concierto, quería más.
Cuando parecía que el concierto había llegado a su fin, Melendi cumplió los deseos de sus fans, volvió al escenario y despidió la noche con un tema que no podía faltar: ‘Lágrimas desordenadas, coreado de principio a fin por una audiencia rendida ante él.
La estrella que conquista a todas las generaciones se despidió cantando que ’20 años no son nada’, y esta noche del sábado, Miami volverá a recibirlo con los brazos abiertos en el último concierto de una gira que celebra toda una vida dedicada a la música.
