Madrid, 10 sep (EFE).- El etarra Asier Mardones Esteban ha negado este miércoles, durante un juicio en su contra en la Audiencia Nacional, ser el autor del atentado frustrado contra una patrulla de la Ertzaintza el 31 de agosto de 2002, así como del robo de una furgoneta y la retención de su conductor.
La Audiencia Nacional juzga lo ocurrido en agosto de 2002 en Bilbao, cuando un comando de ETA robó una furgoneta, amordazando a su conductor, la cargó con explosivo e intentó detonarla al paso de una patrulla de la Erzaintza, aunque la bomba no explotó gracias a que los agentes activaron inhibidores tras ser alertados del robo del vehículo.
En la primera sesión del juicio, la Fiscalía ha modificado su petición de pena eliminando un delito por estragos y agregando otro de tentativa de asesinato, con lo que la petición de cárcel sigue superando los 150 años, a los que se agrega la prohibición de residir en Bilbao durante 5 años.
En la vista, el acusado ha tomado la palabra para negar el atentado que se le atribuye, pese a que admitió estos hechos en la declaración que se le tomó en 2004 al ser detenido, cuando también admitió otros cuatro atentados.
Mardones, que ha reconocido su pertenencia a la banda terrorista y al comando Eskaurre, ha dicho no poder ratificar lo declarado en comisaría, sosteniendo que no recuerda bien lo que dijo entonces y que además sufrió «presiones» que le llevaron a decir cosas que no eran ciertas.
En esta jornada han testificado dos peritos que examinaron a Mardones tras su detención -ya que se le tuvo que hospitalizar por deshidratación y la alta debilidad que presentaba- y que han sostenido que el acusado presentó estrés postraumático que pudo ser provocado por la situación que vivió en comisaria.
También han declarado agentes de la Ertzaintza, de la Policía Nacional, Guardia Civil y peritos responsables del atestado, así como el capitán y el teniente de la Comandancia de Navarra, quienes se han referido a dos sentencias condenatorias hacia Mardones que, sumadas a su declaración inicial y a un dato fiable que aportó sobre la investigación le vinculan con el atentado frustrado.
También han sostenido que Francia trasladó en 2019 documentación de comunicaciones entre la cúpula militar de ETA y el comando Ezkaurre en los que tanto Mardones como su pareja, Josune Oña Ispizua, eran identificados como miembros del comando.
A través de esta documentación se corroboró además que la banda entregó 40 kilos de dinamita al comando de Mardones, de los que 30 fueron utilizados para el atentado frustrado de agosto de 2002, mientras que los 10 restantes se emplearon en otro atentado.
Al respecto, el fiscal ha apuntado que en el momento de los atentados en los que se utilizaron esos 40 kilos solo estaban activos el comando Ezkaurre y el complejo Basajaun.
Asier Mardones actualmente está en libertad por esta causa, mientras que cumple condena desde 2004 por una emboscada a una patrulla de la Ertzaintza en 2003 y por intentar reconstituir el comando Bizkaia de ETA.
El juicio contra Mardones se retomará este jueves en la Audiencia Nacional, cuando está previsto que la defensa exponga su informe final.