Madrid, 28 jun (EFE).- El euríbor a doce meses, el indicador al que se referencia la mayoría de las hipotecas variables en España, cerrará junio sin variación, nuevamente en el entorno del 2,08 %, en un contexto de incertidumbre económica global, aunque seguirá beneficiando a los hipotecados con rebajas en sus créditos.
A falta de una sesión para que finalice el mes, la tasa media y provisional del euríbor se sitúa en el 2,081 %, la misma que la de mayo, con lo que el indicador podría romper con una racha de cuatro meses consecutivos de caídas.
Pese a cerrar sin variación mensual, en tasa interanual, el euríbor volverá a caer con fuerza, ya que en junio de 2024 se situaba en el 3,650 %.
Esto propiciará que, por ejemplo, para un préstamo hipotecario medio de 150.000 euros a 25 años y con un interés de euríbor más 1 %, las cuotas se reducirán en unos 130 euros al mes o casi 1.550 euros al año.
El euríbor, que se suele anticipar a los movimientos de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) se mantiene sin variación después de que la presidenta del organismo, Christine Lagarde, asegurase el pasado 5 de junio, que la entidad llega al final del actual ciclo bajista de los tipos de interés.
Justo ese día, el BCE recortó en un cuarto de punto los tipos, hasta el 2 %, su nivel más bajo desde finales de 2022.
En este contexto, en el que el mercado espera una pausa en julio, y posibles nuevos recortes a final de año, el euríbor se ha mantenido estable.
Los analistas de Ebury consideran que a no ser que las negociaciones comerciales con Estados Unidos den un giro inesperado a peor, «el banco debería mantenerse de brazos cruzados en la próxima reunión de julio», y prevén que habrá que esperar hasta septiembre u octubre para que se produzca la última bajada de tipos.
Antes de ello, hay una fecha clave: el 9 de julio, cuando cumple el plazo dado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a sus socios comerciales para alcanzar un acuerdo y poder rebajar la tasa de los aranceles recíprocos.
«Desde Ebury creemos que el BCE se tomará todo, o casi todo el verano, para valorar la situación arancelaria, antes de tomar una decisión sobre los tipos. Por ello, en ausencia de grandes sorpresas, podríamos observar como el euríbor se asienta sobre una meseta durante el verano y hasta que el organismo esté preparado para flexibilizar, por última vez en este ciclo, su política monetaria», concluyen.
Por otra parte, los analistas de HelpMyCash.com han destacado que el indicador ha mantenido «la calma» a pesar de las tensiones geopolíticas, aunque señalan que «se trata de un cambio de tendencia».
El analista de HelpMyCash Miquel Riera explica que el euríbor no cerrará a la baja por dos motivos: uno, que ya se había adelantado a los recortes de tipos, y segundo, por la compleja situación geopolítica general y, en particular, por el conflicto entre Israel e Irán, que ha disparado el temor a un incremento del precio del petróleo y del gas.
«El encarecimiento del precio de la energía puede provocar un repunte de la inflación de la eurozona», alerta el analista que, también advierte de que si se cumple este escenario, el BCE podría verse obligado a mantener estancados sus tipos o hasta a subirlos.
En este contexto, y tras el alto al fuego entre Irán e Israel, las previsiones sobre el euríbir «vuelven al punto de partida», según Riera, que espera que el BCE lleve a cabo un único recorte más en lo que queda de año, hasta dejar los tipos en el 1,75 %.
Ante este escenario, la previsión del experto de HelpMyCash es que el euríbor cierre el año con un valor de entre el 1,9 % y el 2 %, aproximadamente», aunque reconoce que es complicado hacer pronósticos cuando la situación geopolítica «es tan cambiante como la actual».
Los expertos de iAhorro también destacan que la tendencia bajista del euríbor se ha detenido, y esperan que se mantenga estable al menos hasta septiembre, cuando se volverá a reactivar el mercado tras el verano, y cuando se podrá analizar con más detalle cómo afecta el conflicto en Oriente Medio a la inflación.