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El exjefe de la Marina niega haber apoyado el golpe por el que se acusa a Bolsonaro

El almirante Almir Garnier, excomandante de la Marina brasileña, participa en la segunda sesión de interrogatorio ante el Tribunal Supremo este martes, en Brasilia (Brasil). EFE/ Andre Borges

Brasilia, 10 jun (EFE).- El almirante Almir Garnier, excomandante de la Marina brasileña, negó este martes ante la Corte Suprema que a finales de 2022 pusiera sus tropas «a disposición» del expresidente Jair Bolsonaro en apoyo a supuestos planes golpistas.

Garnier fue interrogado en calidad de acusado en la Primera Sala del Supremo, responsable del juicio contra Bolsonaro y algunos de sus excolaboradores por una supuesta trama para impedir la toma de posesión del actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, tras su victoria en las urnas en octubre de 2022.

El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro (d) participa en la segunda sesión de interrogatorio ante el Tribunal Supremo este martes, en Brasilia (Brasil). EFE/ Andre Borges

Aunque negó haber ofrecido sus tropas para esa alegada intentona, Garnier sí dijo que después de los comicios participó en reuniones convocadas por Bolsonaro, en las que el líder de la ultraderecha expuso su «preocupación» por las «personas insatisfechas» con el resultado de las elecciones.

Aludió así a los miles de manifestantes que, tras confirmarse la victoria de Lula, acamparon frente a cuarteles en todo el país a fin de exigir una intervención militar que anulara las elecciones.

Garnier contradijo al entonces comandante del Ejército, general Marco Antonio Freire Gomes, y al exjefe de la Fuerza Aérea, Carlos Baptista Júnior, quienes en calidad de testigos le acusaron ante el Supremo de haber ofrecido sus tropas para un eventual golpe.

Según Garnier, en esas reuniones Bolsonaro expuso su preocupación por la seguridad pública debido a las manifestaciones frente a los cuarteles, pero sin mencionar una posible ruptura democrática.

Aunque insistió en que no respaldó nada en ese sentido, Garnier sí declaró que, como jefe militar, se atenía a «sus funciones y responsabilidades» frente a Bolsonaro, quien aún ejercía como jefe de Estado y comandante de las Fuerzas Armadas.

«El estatuto de los militares habla de jerarquía» y, en el caso de los «subordinados», les reserva «solo el derecho de pedir por escrito una orden que sea flagrantemente ilegal», que en el caso que se analiza no fue dada, aseguró.

«Jerarquía, disciplina y honor son valores muy importantes para los militares», agregó.

Garnier es uno de los primeros ocho acusados, incluido el propio Bolsonaro, que han comenzado a ser juzgados por el Supremo debido a una supuesta trama golpista tejida tras las elecciones de 2022.

Esos planes, según la acusación formulada por la Fiscalía, habría desembocado en la asonada del 8 de enero de 2023, una semana después de la investidura de Lula, cuando miles de bolsonaristas destrozaron las sedes del Supremo, el Congreso y la Presidencia para incitar una intervención militar que derrocara al nuevo Gobierno.

Sobre esos hechos, el exjefe de la Marina aclaró que ya no estaba en el cargo y afirmó que esa asonada supuso «un momento muy triste, por el que la nación no precisaba pasar».

Después de Garnier, declararán el exministro de Justicia Anderson Torres y el general de la reserva del Ejército Augusto Heleno, que fue titular del Ministerio de Seguridad Institucional.

Bolsonaro será el quinto reo a declarar y los interrogatorios concluirán con los generales de la reserva Paulo Sérgio Nogueira, exministro de Defensa, y Walter Braga Netto, en 2022 candidato a vicepresidente del líder de la ultraderecha y quien está en prisión preventiva, acusado de intentar obstruir la investigación.