El exjefe de los Mossos admite que no contemplaron que Puigdemont regresara para huir

El abogado Gonzalo Boyé, que representa a los tres agentes de los Mossos d'Esquadra que supuestamente ayudaron a huir al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tras su fugaz reaparición en Barcelona el pasado 8 de agosto, a su llegada a la Ciudad de la Justicia de Barcelona, donde la jueza que investiga el caso ha citado como testigo al exjefe de los Mossos d'Esquadra, el comisario Eduard Sallent.  EFE/Toni Albir

Barcelona, 30 jun. (EFE).- El exjefe de los Mossos d’Esquadra Eduard Sallent ha admitido ante la jueza que investiga a tres agentes por facilitar la fuga de Carles Puigdemont tras su fugaz reaparición en agosto pasado que no contemplaron que el expresident regresara para huir y que su «maniobra de distracción» les confundió.

Sallent, que fue destituido como jefe de los Mossos d’Esquadra pocos días después de la huida de Puigdemont, tras la constitución del nuevo Govern presidido por Salvador Illa, ha comparecido este lunes como testigo ante la titular del juzgado de instrucción número 24 de Barcelona, María Antonia Coscollola, que investiga a tres agentes por facilitar la fuga el expresidente catalán.

Según han informado fuentes judiciales, en su declaración, por espacio de una hora y veinte minutos, Sallent se ha ratificado en el informe que elaboró a instancias del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, al no poder cumplir con su orden de arresto vigente en España durante la fugaz reaparición de Puigdemont en Barcelona el pasado 8 de agosto, coincidiendo con la investidura de Illa.

También se ha ratificado en este informe el intendente Ignasi Teixidor, subjefe de los Mossos en la Región Metropolitana de Barcelona, que ha testificado durante unos veinte minutos.

Sallent, que tras ser relevado al frente de los Mossos por Miquel Esquius ejerce como jefe de la Región Policial Metropolitana Sur de Barcelona, subrayaba en el informe que la «maniobra de distracción» de Puigdemont el pasado 8 de agosto, que «escapa a toda lógica racional o política», les sumió en una situación de «confusión» e «incertidumbre» que impidió detenerle.

Además, Sallent admitía en el informe que «en ningún momento» se valoró como «posible o probable» que Puigdemont pudiera regresar a Cataluña «y no tuviera la determinación de acceder al Parlament», como había anunciado, por lo que «no se contempló como una posibilidad» que regresara a Cataluña para después huir».

Según las fuentes, Sallent, que al igual que Teixidor ha logrado esquivar a los periodistas en la Ciudad de la Justicia, ha afirmado también que no hablaron con la Policía sobre el control de las fronteras ante el anunciado regreso de Puigdemont y que no hubo ningún dispositivo el día previo.

Además, según las fuentes, ha subrayado que se dieron instrucciones sobre la detención de Puigdemont, aunque ha admitido que era difícil elegir el momento, y ha afirmado que no podía descartar que los tres agentes investigados -que no estaban de servicio ese día- tuvieran detalles del dispositivo.

El informe al que se ha remitido hoy Sallent subrayaba que los analistas de información de los Mossos no plantearon en ningún caso el escenario de un retorno de Puigdemont que no acabara asociado con una «detención policial».

También apuntaba que la «rapidez» con la que sucedieron los hechos, ante unas 4.500 personas y con una «perfecta sincronización» por parte de Puigdemont y su entorno, provocaron «confusión» en la sala de coordinación policial.

El informe resaltaba que, pese a que los Mossos desplegaron este día a 600 efectivos -también para blindar el Parlament ante el pleno de investidura- y que movilizaron a drones -que no pudieron seguir al expresident-, «únicamente un policía» observó a Puigdemont acceder a una carpa y subirse al coche para huir.

Sin embargo, el agente, que fue increpado por varios seguidores de Puigdemont, no pudo avisar por la emisora, y se tuvo que limitar a advertir por teléfono a su mando y además se equivocó, al confundir la marca del vehículo con el que el expresidente se dio a la fuga y al que perdió el rastro cuando un semáforo se puso en verde.

Los Mossos reconocían en su informe que, si bien lograron garantizar el normal desarrollo del debate de investidura, no se «alcanzó» el objetivo de arrestar al expresidente porque «no se dispuso de la oportunidad policial» para hacerlo sin un uso «excesivo» o «desproporcionado» de la fuerza.