Quito, 12 ago (EFE).- El Festival ‘Quito, Luz de América’, un espectáculo de ‘mapping’ (proyecciones sobre edificios monumentales) que ensalza las tradiciones, leyendas y relatos de la historia del país andino, cerró su última edición celebrada este fin de semana con un 37 % más de visitantes que en 2024, un dato que superó las expectativas iniciales de los organizadores.
Así lo anunció el alcalde de la ciudad, Pabel Muñoz, quien cifró el número de asistentes en 365.000, un número por encima de las 300.000 personas que preveía el Gobierno del Municipio, según explicó a EFE la pasada semana Etzon Romo, el secretario de Desarrollo Productivo del Distrito Metropolitano de Quito.
Solo el domingo 10 de agosto, festivo nacional para conmemorar el Primer Grito de Independencia, se registraron 211.439 asistentes.
Durante los tres días del certamen, 230 comerciantes participaron en cuatro ferias ubicadas en diferentes puntos de la capital, donde ofrecieron productos como textiles, bisutería, gastronomía, dulces, cosmética, artesanía, cultura y agroindustria.
«Esto sin duda se verá reflejado en términos económicos», anticipó el alcalde. Las cifras se darán a conocer en los próximos días, pero Romo estimó los ingresos directos en 2 millones de dólares.
Ciudadanos infractores colaboraron
Un total de 550 ciudadanos sancionados por la Agencia Metropolitana de Control (AMC) por infracciones como consumir alcohol en espacio público participaron haciendo trabajo comunitario en el evento.
Su labor consistió en guiar a los asistentes por el recorrido establecido y acompañar a las personas con discapacidad a trasladarse por las calles del centro histórico de la capital.
Cada uno de los participantes cumplió con cinco horas de servicio durante los tres días que duró el festival.
«La participación activa de los ciudadanos en el programa de trabajo comunitario es un claro ejemplo de cómo los infractores pueden transformar sus sanciones en un compromiso con la ciudad, asumiendo corresponsabilidad social y contribuyendo al bienestar de todos», destacó Gustavo Chiriboga, supervisor de control.
Seguridad del festival
El consistorio quiteño desplegó a 8.000 agentes para garantizar la seguridad de los asistentes, de los que 130 fueron policías nacionales y el resto guardias urbanos.
El dispositivo incluyó el control de ventas no regularizadas, la gestión del tráfico, la localización de personas extraviadas (todas fueron localizadas), la regulación del consumo de alcohol en el espacio público y el monitoreo constante desde el Puesto de Mando Unificado.