El festival LGTB+ Circuit reivindica los derechos del colectivo en el Water Park Day

La 16ª edición del Circuit Festival, el mayor festival LGTBIQ+ del mundo, reivindica en su fiesta más icónica, el Water Park Day, los derechos de la comunidad 'queer' en un momento de retroceso mundial. Archivo EFE/ Andre Borges

Barcelona, 12 ago (EFE).- La 16ª edición del Circuit Festival, el mayor festival LGTBIQ+ del mundo, reivindica en su fiesta más icónica, el Water Park Day, los derechos de la comunidad ‘queer’ en un momento de retroceso mundial.

El Water Park Day es la fiesta más relevante de las 12 que realiza el festival internacional Circuit en la ciudad de Barcelona y otras localidades de los alrededores desde el 9 hasta el 17 de agosto.

El evento se celebra este martes en el parque acuático Illa Fantasia, en Vilassar de Dalt (Barcelona), con una combinación de música electrónica y atracciones que ya, en la edición de 2024, congregó a 10.000 personas, la misma cifra que los organizadores prevén para este año.

Además, el festival supone la contratación de más de 500 personas de forma directa y 1.000 de forma indirecta.

Eva Soria, portavoz de Matinée Group, agencia que organiza el festival, ha explicado en declaraciones a periodistas en el parque acuático que los visitantes proceden de países con «culturas muy distintas», pero que toman Barcelona como punto de encuentro donde «reunirse y mostrar su afectividad libremente».

La portavoz ha añadido que se trata de más de 80 países distintos, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Alemania, Francia y España, con un notable repunte de Australia y Corea del Sur.

«Cuanto más quieran reprimir, más nos tienen que ver»

En este sentido, Pablo, un visitante que asiste por cuarta vez al festival, ha señalado en declaraciones a EFE que «es una gran oportunidad para mostrar cómo se ha avanzado en derechos sociales», ya que asegura que esto antes era «impensable».

«El evento es una forma de dar visibilidad. No podemos permitir que haya un retroceso en derechos», ha concluido.

De la misma opinión ha sido Nacho, otro asistente frecuente, que ha lamentado la situación del colectivo en países como Hungría y Estados Unidos, y ha afirmado que «muchas personas de otros países vienen aquí a hacer aquello que no se les permite hacer en sus países de origen».

En este sentido, los organizadores recuerdan la numerosa afluencia de público que recibe este festival procedente de países de Oriente Medio donde la homosexualidad no es aceptada.

Por su parte, Diana, que ha ido al festival con sus amigos, ha querido destacar que el ambiente es muy respetuoso con todo el mundo. «Da igual como te vistas, con quien vayas o el cuerpo que tengas, nadie te va a mirar por encima del hombro», ha explicado.

Además, ha defendido la necesidad de hacer más festivales como éste: «Cuanto más quieran reprimir, más nos tienen que ver», ha dicho, al tiempo que ha considerado que más gente heterosexual debería acudir a estos eventos para darse cuenta que realmente «pueden estar cómodos con nosotros».

Asimismo, desde el equipo organizativo han querido señalar que Circuit Festival es mucho más que música: es un reencuentro anual, nuevas amistades procedentes de todo el mundo y una celebración colectiva de la libertad, la diversidad y el estilo de vida mediterráneo que ofrece Barcelona.