Barcelona, 19 mar (EFE).- El filósofo, teólogo y traductor leridano Pere Lluís Font, de 90 años, es el 57º Premi d’Honor de les Lletres Catalanes en reconocimiento a su contribución al campo de la filosofía como “editor y potenciador de la filosofía en lengua catalana”, a la vez que se destaca su tarea en el terreno académico.
Así lo ha decidido por unanimidad el jurado, que también ha resaltado la “cantidad” de obras publicadas por el premiado y el hecho de que represente el “eslabón” de la filosofía catalana de la escuela de Barcelona, “truncado” durante la Guerra Civil.
El premio, que por primera vez se concede a un filósofo y que se entregará en el Palau de la Música el 2 de junio, está dotado con 20.000 euros, y se otorga anualmente a una persona que, por su obra literaria o científica en lengua catalana y por la “importancia y ejemplaridad de su tarea intelectual”, ha “contribuido de manera notable y continuada a la vida cultural” de los territorios de habla catalana.
Junto al presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, entidad impulsora del premio, Pere Lluís Font, nacido en el pequeño pueblo de Pujalt, en el Pallars Sobirà, el día 1 de mayo de 1934, ha dicho que cuando le comunicaron que era el nuevo Premi d’Honor quedó “sin capacidad de reaccionar”.
Piensa que el jurado actuó con una “benevolencia extrema” al considerar algunos aspectos de su vida y trayectoria que ponen de manifiesto una doble pasión: “Cataluña, en el sentido más amplio, de nación catalana que integra todos los Països Catalans, y la filosofía”, ha señalado.
“Si me quitan la lengua, os lo doy todo”
El filósofo ha aseverado que Cataluña y filosofía en su caso son cuestiones “íntimamente relacionadas” y no ha dudado en señalar que la lengua es “el nervio de la nación. Si perdemos la lengua -ha dicho- perdemos la nación, la cultura, perdemos el país”. “Si me quitan la lengua os lo doy todo”, ha apostillado.
Font, que se autocalifica como un profesor de filosofía, más que con el “solemne” término de filósofo, ha deseado que “ojalá este premio ayude, más allá de la vanidad personal, a normalizar la situación de la nación catalana”, ha resaltado.
Preguntado sobre cómo ve el mundo de hoy, el filósofo ha dicho que hay que ser “tolerante con las personas, pero no necesariamente con las ideas” y sobre la enseñanza de la filosofía en secundaria ha sostenido que hay que defenderla como materia.
“He suscrito muchos papeles a lo largo de los años de reivindicación de la filosofía, que puede ser buena o no tan buena, pero lo que está claro es que la antifilosofía siempre es reaccionaria”, ha indicado. )