Ávila, 15 ago (EFE).- El incendio que se declaró a las 13.50 horas en el término municipal abulense de El Herradón de Pinares y posteriormente se extendió durante la tarde de este viernes hacia la capital, se inició en 3 focos y, desde entonces, ha quemado unas 3.000 hectáreas, en un perímetro de 30 kilómetros.

Los datos han sido remitidos por la Junta de Castilla y León a los periodistas a través de las declaraciones de Ángel Iglesias, director técnico de Extinción, quien ha relatado la velocidad con la que se ha expandido este fuego, favorecido por el viento, las elevadas temperaturas y la escasa humedad.
En la actualidad, se encuentran en el Centro de Congresos y Exposiciones ‘Lienzo Norte’, de la capital abulense, unas 200 personas de Urraca Miguel, barrio anexionado de Ávila, y del municipio de Ojos Albos, debido a la proximidad de las llamas, según ha explicado el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera.
Según Iglesias, el incendio ha comenzado en la CL-505, conocida como ‘carretera de Las Navas -del Marqués-‘ «parece ser que en tres focos», cogiendo desde entonces «mucha fuerza», debido a las «intensas ráfagas de viento».
En este contexto, ha explicado que los medios que han comenzado a trabajar la zona han sido «mayoritariamente de tierra» porque «la situación en España es bastante complicada y una parte importante de los medios de Ávila estaban destinados en incendios de otras provincias, particularmente los aéreos».
«El primer ataque de tierra ha sido contundente, pero nunca es suficiente sin apoyo de medios aéreos», ha añadido el director técnico de Extinción, antes de explicar que, a partir de entonces, «se han abierto dos lenguas importantes de fuego».
Pese a tratar de «contener» el fuego inicialmente en la CL-500, conocida como ‘carretera de El Espinar (Segovia)’, se han producido «varios saltos», uno de los cuales ha llegado al barrio anexionado de la capital, Urraca Miguel, situado a unos 13 kilómetros de la ciudad.
Tras indicar que, tras la evacuación, el fuego se ha quedado «cerca de las casas», Ángel Iglesias ha apuntado que, a partir de ahí, reconsideraron la ubicación de los medios para «tratar de evitar que el fuego cruzara el río Voltoya y entrara en Ojos Albos», cuyos vecinos también han sido evacuados.
Los esfuerzos de los medios de tierra se están centrando en ese sector «tratando de contener las llamas en el mismo río», para lo cual han contado también con la «ayuda grandísima» de los bomberos de Madrid, que «han despachado bastantes medios y esa es la parte más conflictiva».
«Si conseguimos evitar que el fuego salte a la barrera de Ojos Albos, tendremos una oportunidad importante para trabajar a lo largo de la noche», ha argumentado Iglesias, que también se ha referido al hecho de que el flanco izquierdo del incendio haya «golpeado» esa zona del embalse de Serones, que abastece a la capital.
En ese punto «se ha abierto una lengua de fuego que puede amenazar a la urbanización ‘El Castillo’ y darle la vuelta al embalse por la parte inferior», ha argumentado el director técnico de Extinción.
Las primeras estimaciones apuntan a una superficie quemada de 3.000 hectáreas, con un perímetro de unos 30 kilómetros, dentro de los cuales se han visto afectadas fincas ganaderas, así como alguna construcción y «probablemente haya ganado que también se haya visto gravemente afectado».
Desde su punto de vista, durante la noche se abre una «oportunidad porque el viento para y la humedad relativa sube un poquito.