Getafe (Madrid), 14 sep (EFE).- En la zona noble de la clasificación y con una plantilla mermada al inicio del curso por el límite salarial, el Getafe ha superado todos los obstáculos para codearse con los grandes al ritmo de su mejor jugador: Luis Milla.
Esta jornada, el centrocampista del conjunto azulón dio otra exhibición. Frente al Oviedo, sumó un par de asistencias y ya van cuatro este curso, el mismo número que en toda la pasada campaña. Su despliegue total en el centro del campo del Getafe ha encumbrado a un grupo que se pasea por zonas inimaginables de la tabla bajo la dirección de su hombre más valioso.
Líder sobre el césped
Milla ha sido el antídoto perfecto a la ausencia de dos de los pilares del equipo de José Bordalás, obligados a abandonar el club este verano para que el Getafe pudiera inscribir a seis de sus fichajes. Sin Christantus Uche y sin Omar Alderete, que dejaron 32 millones de euros en la caja, el mediocentro azulón se ha convertido en uno de los referentes de su equipo.
Tal vez Borja Mayoral o Mauro Arambarri pueden hacerle sombra. Pero, de momento, la gloria se la lleva Milla, cuyo inicio de temporada supera a la de sus compañeros más mediáticos gracias a su gran estado de forma.
Con 30 años, Milla se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera. El Getafe le ha proporcionado estabilidad y, precisamente ante el Oviedo, firmó su partido oficial número 100 con la camiseta del club del sur de Madrid. Celebró su centenario con una actuación excelsa que llegó a su cenit en el cuarto y en el noveno minuto del tiempo añadido de la primera parte.
Casi de forma consecutiva, sacó a pasear el guante que tiene en su bota derecha. Primero, con una falta desde la banda izquierda que remató de cabeza a la red Mario Martín; y, después, con un lanzamiento de córner al segundo palo que remató Borja Mayoral.
Calidad y trabajo
Su entrenador, José Bordalás, reconoce en la figura de Milla a un jugador diferente. Milla no es un mediocentro al uso porque aporta calidad, buen trato de la pelota y muchísimo trabajo. Hay pocos jugadores que atesoren las dos virtudes y por eso es clave para Bordalás, un técnico para quien es innegociable sudar la camiseta.
«Es un grandísimo jugador, todo el mundo lo sabe. Es importantísimo, está haciendo unas temporadas espectaculares, no solo por lo que le aporta y por el compromiso que tiene. Lo da todo, es generoso en el esfuerzo. Es un jugador vital», destacó Bordalás en la víspera del enfrentamiento ante el Oviedo.
Muchos en el club se preguntan cómo es posible que Milla no haya terminado en un equipo de mayor empaque. El Getafe pagó en su día seis millones de euros al Granada más dos jugadores en propiedad (Ignasi Miquel y Miguel Ángel Rubio) y dos cedidos (Jonathan Silva y Erick Cabaco).
Fue un desembolso muy alto para el Getafe, que ahora disfruta de un jugador de primer nivel cuyo único ‘pero’ han podido ser las lesiones. Por esa razón, se ha perdido 22 partidos oficiales de su equipo en tres temporadas. En el Granada, no pudo disputar 29 en dos cursos. Probablemente, por esos frenazos, se ha perdido alguna posible convocatoria con España.
El Atlético llegó a preguntar por el talentoso jugador del Getafe, pero finalmente la operación no se llevó a cabo pese a que la entidad presidida por Ángel Torres necesitaba liquidez y aligerar plantilla para inscribir jugador.
«La realidad es que estuve a la expectativa todo el verano, nadie sabía qué iba a pasar por la situación del club. En ningún momento me vi fuera, estoy feliz, en casa. Llevo cuatro años feliz, trabajando para ser mejor», explicó Milla la pasada semana.Ahora, Milla vive totalmente centrado en el Getafe. Hace tiempo que no visita la enfermería y está en un momento muy dulce con el que intentará dirigir el próximo domingo a sus compañeros hacia la victoria frente al Barcelona.
Los hombres de Hansi Flick deberán vigilar a Milla, sin duda el jugador clave de un equipo que cabalga hacia lo más alto al ritmo de un centrocampista ambicioso contagiado por el ‘efecto Bordalás’: «Mucho trabajo. Esa es la identidad del equipo y así va a ser siempre», culmina Milla.