Madrid, 10 sep (EFE).- El Gobierno ha celebrado que la Unión Europea haya propuesto «por fin» la suspensión del acuerdo de asociación comercial con Israel, aunque haya sido de manera parcial y no total como el Ejecutivo lleva defendiendo y «liderando» desde hace tiempo.
Ha sido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien este miércoles ha planteado a los socios esta suspensión parcial y también sancionar a los ministros israelíes extremistas y a los colonos violentos, como ya ha aprobado España.
Fuentes del Gobierno han insistido en que Pedro Sánchez ha estado en la vanguardia de esta iniciativa y poniendo el foco en por qué Europa estaba tardando tanto en reaccionar.
También las mismas fuentes han criticado al PP por su posicionamiento en la crisis humanitaria de Gaza y se han preguntado si ahora van a acusar a Von der Leyen, de su misma familia política, de colaborar con Hamás como están haciendo con Sánchez.
El PP se ha mantenido cauto a la espera de estudiar a fondo la propuesta de la presidenta europea, aunque ha dejado entrever que no se opondrían a su puesta en marcha.
Eso sí, ha aprovechado para volver a cargar contra el Ejecutivo al que afean que utilice la política exterior para sepultar la corrupción y los problemas que le rodean.
Un argumento que ha salido en la primera sesión de control en el Congreso tras el paréntesis vacacional y ha sido durante el choque que ha habido entre el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el diputado popular Carlos Floriano, quien ha acusado al Ejecutivo de que Oriente Medio «les vale para tapar la corrupción», tachando de «bochornoso» que recurran a estas maniobras «a costa del sufrimiento de los gazatíes».
Albares ha replicado al PP que «el silencio y la indiferencia son cómplices y van siempre contra las victimas», preguntando al diputado popular cuántos civiles más tienen que fallecer y cuántos más bebés tienen que morir por hambre «para que se conmuevan».
Ha sido justo antes de que Von der Leyen anunciara su propuesta, a la que el jefe de la diplomacia española ha dado su apoyo total al conocerla, pese a que ha dicho que le gustaría que en lugar de una suspensión parcial del acuerdo fuera completa.
Albares ha sacado pecho del liderazgo y la influencia de España en la defensa del pueblo gazatí y palestino al asegurar que gracias a ello estas medidas empiezan a estar definitivamente sobre la mesa, insistiendo en que los europeos no pueden relacionarse «con normalidad» con Israel cuando hay una violación flagrante, sistemática y diaria» de los derechos humanos en Gaza y Palestina.
Esta iniciativa llega cuando se superan los 64.000 fallecidos civiles en Gaza por los ataques y el cerco de Israel, cientos de miles de heridos y decenas de muertos por inanición, una situación que el Gobierno no ha dudado en calificar de masacre y genocidio, incluido el propio Sánchez.
Aunque pendiente aún de que la Comisión Europea lo apruebe, otro de los ministros, el del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha subrayado que la situación es tan insostenible que hay que tomar «medidas drásticas» y ha llamado a recapacitar a aquellos -refiriéndose al PP- que dicen que al jefe del Ejecutivo no se le escucha en los foros internacionales.
Respaldo absoluto ha tenido también esta iniciativa desde la parte de Sumar del Ejecutivo de coalición, aunque llega «tarde», según la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, como igualmente lo piensa el portavoz de ERC, Gabriel Rufián: «Europa lo debería haber hecho hace muchísimo tiempo mucho más». EFE
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