Lisboa, 11 mar (EFE).- El Gobierno del primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, (centroderecha) se enfrenta este martes a un voto de confianza en el Parlamento, que, a falta de imprevistos, está destinado a fracasar, por la negativa de los socialistas y la ultraderecha a apoyarlo.
Ninguna de las explicaciones ofrecidas por Montenegro, las últimas en la noche del lunes, han servido para que el Partido Socialista (PS) ni el ultraderechista Chega, segunda y tercera fuerza en la unicameral Asamblea de la República (Parlamento), decidan votar a favor de la moción.
El secretario general del PS, Pedro Nuno Santos, dejó claro en una entrevista en las últimas horas que no va a dar marcha atrás en su decisión de rechazar la moción de confianza y afirmó que este voto es “una petición de dimisión cobarde” de Montenegro.
Por su parte, el líder de Chega, André Ventura, confirmó este lunes que su partido va a votar en contra de la moción de confianza al considerar que las respuestas dadas por Montenegro sobre la compañía de su familia son “insuficientes”.
La coalición gobernante de Montenegro tiene 80 de los 230 escaños en el Parlamento, mientras que el PS cuenta con 78 y Chega dispone de 49, más uno de un diputado no inscrito en ningún partido que suele votar en el mismo sentido que la formación de ultraderecha.
Las cuentas no le salen al Gobierno que necesita de mayoría simple para que la moción sea aprobada, así que a menos que haya sorpresas entrará en funciones tras el rechazo de la cámara.
Se espera que el debate de la moción de confianza comience a las 15.00 hora local (misma hora GMT), antes de proceder a la votación en el hemiciclo.
Luego, corresponderá al presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, decidir si convoca o no elecciones anticipadas, aunque ya ha dado indicios de que se inclina por los comicios, e incluso ha anticipado que estos podrían celebrarse como muy temprano el 11 o el 18 de mayo.
Estas pueden ser las terceras elecciones en tres años en Portugal y se sumarían a un año electoral ya cargado, porque en otoño habrá municipales y en enero próximo presidenciales.
La actual crisis política en Portugal se desencadenó a mediados de febrero cuando medios de comunicación dieron a conocer la existencia de Spinumviva, una empresa en manos de la mujer e hijos del primer ministro, fundada cuando Montenegro estaba fuera de la política activa.
En un principio el diario ‘Correio da Manhã’ señaló que se trataba de una inmobiliaria, lo que fue considerado por el propio Montenegro como una afirmación “sin tino” y precisó que se dedica a la “protección datos personales” de sus clientes.
La semana pasada, la compañía pasó a estar únicamente en manos de los dos hijos de Montenegro tras dos semanas de polémica.
Poco a poco fueron saliendo nuevas informaciones en la prensa donde se reveló que esa firma recibió pagos de empresas donde el primer ministro trabajó en el pasado, como Solverde, un grupo que gestiona hoteles y casinos.
Como consecuencia, en el espacio de quince días, el Gobierno de Montenegro se ha enfrentado a dos mociones de censura, una presentada por Chega y otra por el Partido Comunista Portugués (PCP), que han sido rechazadas en el Parlamento.
Durante el debate de la moción del PCP la semana pasada en la Asamblea de la República, Montenegro anunció que su Ejecutivo iba a impulsar una moción de confianza, al considerar que el Parlamento tiene que confirmar si existen las condiciones para poder gobernar.