Cracovia (Polonia), 3 jun (EFE).- El primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció este martes que la fecha en la que su Gobierno de coalición se someterá a una moción de confianza en el Parlamento será el próximo día 11, una medida que presentó como «ofensiva, no defensiva», tras las elecciones presidenciales que dieron la victoria al ultranacionalista Karol Nawrocki frente a su candidato liberal.
La fecha se conoce después de que Tusk anunciara el lunes que daba este paso a fin de demostrar la «unidad y el coraje» de toda la coalición centro-liberal para seguir implementando su agenda reformista pese a la elección de un presidente ultraconservador que promete seguir la estela del actual jefe de Estado, Andrzej Duda.
Para Tusk, que anunció la fecha antes de una reunión del gabinete, la moción de confianza representa una oportunidad para un «nuevo impulso ofensivo» para toda la coalición.
Indicó que la votación será seguida por una «evaluación periódica de las labores del Gobierno y de los ministerios de manera individual» a partir de julio.
Esta evaluación, explicó Tusk, buscará «identificar áreas de mejora» y podría derivar en cambios en el gabinete, aunque «los que han trabajado bien no tienen nada que temer», dijo.
El líder polaco declaró la víspera en la televisión polaca que su coalición de centro-liberal «no está dispuesta a retroceder ni un paso», y ha reconocido la posibilidad de una «cohabitación difícil» con el nuevo presidente.
Tusk aseguró tener un «plan de emergencia» para gobernar incluso si Nawrocki intenta bloquear a partir del 6 de agosto, cuando asumirá la Presidencia, «los cambios beneficiosos» que integran su programa, y enfatizó que su objetivo es «que todos, tanto dentro como fuera del país, comprendan la gravedad del momento».
Sin embargo, la iniciativa de Tusk no ha sido bien recibida por todos sus aliados de coalición, formada por partidos con posturas políticas que van desde el centro-izquierda hasta el centro-derecha.
Szymon Hołownia, presidente de la Cámara Baja y líder de Polonia 2050, uno de los principales partidos de la coalición y de ideología democristiana, calificó el lunes la idea del voto de confianza como una «mala idea» y un «gesto teatral».
Hołownia argumentó que el Gobierno ya posee una mayoría en la Cámara Baja y que, en lugar de un voto de confianza, deberían «buscar una nueva apertura y presentar al pueblo un plan de trabajo».
El Gobierno sobrevivirá hasta las elecciones parlamentarias de 2027, señaló, porque no hay ninguna alternativa, pero abogó por mostrar al país «un nuevo comienzo» tras la tarjeta amarilla recibida en las elecciones presidenciales en las que el candidato liberal, Rafal Trzaskowski, perdió por la mínima.
También manifestó su disposición a cooperar con Nawrocki, enfatizando la necesidad de estabilidad, al igual que hizo el lunes por la noche Tusk, quien no obstante advirtió de la posibilidad de una «cohabitación difícil» con el nuevo presidente.
En Polonia el presidente polaco tiene el derecho de veto legislativo, puede enviar leyes al Tribunal Constitucional, cuyos miembros fueron nombrados en su mayoría por parlamentos dominados por el PiS y debe aprobar todos los nombramientos importantes.
Además representa al país en el exterior y es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.