Madrid, 20 sep (EFE).- El Gobierno ha asegurado este sábado que el problema, ya resuelto, en la transición entre las empresas responsables de las pulseras de control telemático de maltratadores generó incidencias puntuales en la migración de datos históricos que afectaron a quebrantamientos de condena, pero nunca a la seguridad.
Fuentes del Gobierno han centrado el problema en la transición técnica que implicó entre 2023 y 2024 el cambio de empresa adjudicataria -de Telefónica a Vodafone junto a Securitas Seguridad España-, que implicó que algunos datos no llegaron a los juzgados en plazo, aunque al recuperarse se reabrieron los procedimientos.
Han subrayado que los dispositivos, que ni se compran en AliExpress, como ha denunciado el PP, ni cuestan 150 euros, han funcionado correctamente avisando a las víctimas siempre que estaban en peligro.
Las mismas fuentes del Gobierno han destacado que ninguna mujer con dispositivo fue asesinada en 2022, 2023 y 2024 y que no ha habido excarcelaciones por fallos del sistema.
En este sentido, han recordado que la Fiscalía General del Estado ya dijo el pasado día 18 que las víctimas han estado protegidas en todo momento, que las incidencias afectaron a los procesos judiciales y no a la seguridad de las mujeres y que el problema quedó resuelto a finales de 2024, sin que este año 2025 haya habido incidencias.
Ha recordado el ejecutivo que el sistema Cometa, creado en 2009, provee actualmente de uno de estos dispositivos activo a más de 4.500 mujeres, con una cobertura total de 8.600 personas (víctimas más agresores controlados), y que la Sala Cometa está activa 24 horas al día los siete días de la semana.
Ha indicado igualmente que si un dispositivo falla o el agresor se lo quita se avisa de inmediato a la víctima y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El contrato actual se hizo por un importe de 42,6 millones de euros y con una duración de tres años, y en el centro de control trabajan más de 100 operadores, en coordinación directa con las fuerzas de seguridad y los juzgados, han explicado las fuentes.
Las víctimas disponen de un teléfono inteligente y un botón de pánico con alerta inmediata y los agresores también de un móvil y de una pulsera diseñada para ser extremadamente resistente y duradera y capaz de funcionar en condiciones adversas (lo que se denomina «rugerizada»).
Todo ello conectado a la plataforma Vodafone Invent, que gestiona posiciones, distancias y alertas.
Como novedades, el sistema actual permite asignar más de un dispositivo en casos múltiples, implica una menor estigmatización al consistir solo en un móvil y un botón y los dispositivos son resistentes, con gran autonomía y con sistemas alternativos al GPS. EFE
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