Madrid, 27 may (EFE).- El Gobierno ha asegurado que seguirá trabajando con los socios europeos para que se reconozcan en la UE las lenguas cooficiales después de posponerse la votación prevista este martes en Bruselas al no contar con la unanimidad requerida.

Al conocerse la noticia, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado que la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones europeas es ya “irreversible”, pese a las reticencias aún expresadas por varios Estados miembros.
Desde Moncloa han asegurado que el Ejecutivo seguirá trabajando con los socios europeos para que el reconocimiento salga adelante porque el compromiso es claro. Fuentes del Gobierno han explicado además que no temen un enfado de Junts porque en la formación nacionalista saben el esfuerzo que se ha hecho.

El Gobierno español pidió el pasado 9 de mayo que el asunto se sometiese hoy a votación en el Consejo de Asuntos Generales y desde entonces incrementó los contactos con las capitales europeas para lograr su apoyo, pero la petición de Madrid aún no genera el consenso necesario.
Según dijo el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, en una entrevista a la televisión 3/24, fueron siete los países que se opusieron a dar su visto bueno a la oficialidad de las lenguas y aseguró que desde hoy mismo se pondrá en contacto con ellos para convencerles de que cambien de postura.
Fuentes diplomáticas dijeron a EFE que al menos nueve países aún mantienen dudas (Suecia, Francia, Austria, Croacia, Italia, Alemania, República Checa, Finlandia y Eslovenia), frente a Bélgica, Portugal, Eslovenia, Dinamarca y Rumanía, que apoyan abiertamente la propuesta.
El Gobierno y sus socios responsabilizan al PP
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz, Pilar Alegría, ha arremetido además contra el PP por su “posición contraria” al reconocimiento de las lenguas cooficiales en la UE.
Y ha dirigido una crítica especial a su líder, Alberto Núñez Feijóo, del que ha dicho que “ya no le gusta el gallego” pese a que defendió su uso “normalizado” en las escuelas de Galicia cuando fue presidente de la Xunta.
Al Gobierno se ha unido el expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont, quien ha acusado Feijóo de “conspirar” con terceros países para ir contra los intereses oficiales del “Reino de España”, ha apuntado en un mensaje en X.
PP: “La UE no es moneda de cambio con el independentismo”
El PP ha afirmado, a través de un comunicado, que Europa le ha dicho al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que la UE “no es moneda de cambio con el independentismo que le llevó a la Moncloa y que le mantiene en el poder”.
Antes de conocer la decisión de la UE, el propio Feijóo se ha referido al tema y ha asegurado que defiende todos los idiomas de España, incluido el catalán, pero que no tiene claro que sea legal aprobar el cambio en el Consejo de Asuntos Generales de la UE.
Desde el PSOE, su portavoz en el Congreso, Patxi López, ha tildado de “antipatriotas” a los populares, mientras que Sumar ha abogado por la diversidad lingüística y ha acusado al PP de maniobrar para que no se apruebe este reconocimiento.
Negar la realidad lingüística de millones de europeos
La vicelehendakari primera y consejera de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, ha denunciado, por su parte, la “contradiplomacia que niega la realidad lingüística de millones de europeos que hablan euskera, catalán o gallego”.
La consejera ha evitado referirse de manera expresa a posibles gestiones del PP para evitar su reconocimiento oficial en la UE, pero la portavoz del PNV en la Cámara Baja, Maribel Vaquero, sí se ha referido a la formación de Feijóo: “El PP tendrá que explicarles a los vascos y a las vascas por qué ha puesto toda esa maquinaria en contra de nuestro idioma”, ha afirmado.
También ha defendido que haya “reconocimiento” a nivel internacional de estas lenguas la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, aunque ha añadido que ojalá este tipo de logros no vinieran siempre por parte de un Gobierno “arrastrado” por otras fuerzas políticas a hacer algo que “no quiere hacer”.
Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha adelantado que preguntará por esta cuestión a Albares y ha cuestionado “qué tipo de influencia” tiene el Gobierno en Europa porque esto ya hace demasiado tiempo que “colea”.
Vox: un coste que “no compensa”
Y desde Vox, el portavoz en el Parlamento de Cataluña, Joan Garriga, ha opinado que el “coste desorbitado” que supondría hacer efectiva la oficialidad del catalán en la Unión Europea (UE) “no compensa”.
En cuanto a los presidentes autonómicos, el de la Xunta, Alfonso Rueda, ha considerado que aunque su Gobierno apoya “más difusión” del idioma gallego, no es su uso en la Unión Europea una “prioridad” si la decisión supone un coste de más de 40 millones de euros.
Una prioridad que sí ve el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, para quien este reconocimiento está más cerca.