El histórico Festival de Baalbek vuelve a las ruinas más famosas del Líbano tras la guerra

Asistentes y visitantes se congregan este sábado en el histórico recinto romano durante el Festival Internacional de Baalbek, suspendido el año anterior por la guerra con Israel. EFE/Edgar Gutiérrez

Baalbek (Líbano), 9 ago (EFE).- A los pies del imponente templo de Baco, una producción del compositor libanés Oussama Rahbani puso el broche este sábado al Festival Internacional de Baalbek, de regreso en este complejo de ruinas grecorromanas tras haber tenido que suspender su última edición por el conflicto con Israel.

En las ruinas de Baalbek, Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, reverberó esta noche la cascada de voz de la cantante libanesa Hiba Tawaji arropada por una orquesta, artistas invitados y un nutrido grupo de bailarines ataviados con ropajes reminiscentes de la época romana.

Por unos minutos, el juego de proyecciones convirtió incluso el templo de Baco en la catedral de Notre Dame de Paris, para acercar a esta localidad del este del Líbano el ‘Ave María’ que Tawaji interpretó en la reciente reapertura de esa joya medieval tras el incendio sufrido en 2019.

Así, por todo lo alto, este festival con 70 años de historia cerró una nueva edición, volviendo a resurgir una vez más.

«Resistencia cultural»

La cantante libanesa Hiba Tawaji actúa ante el templo de Baco durante el regreso del Festival Internacional de Baalbek, suspendido el año anterior por la guerra con Israel. EFE/Edgar Gutiérrez

El evento ya había mostrado su resiliencia tras tener que ser cancelado durante años, pospuesto o reubicado a otros lugares durante la guerra civil librada en el país entre 1975 y 1990, el conflicto con Israel en 2006 o la inestabilidad por las batallas en la vecina Siria en 2013 y 2014.

El pasado año, no se pudo celebrar debido al conflicto con Israel, que golpeó con especial fuerza a la «gente de esta parte de la región», recordó a EFE Rana Hadid, miembro del comité ejecutivo del festival.

Durante el pico de la guerra entre octubre y noviembre, los cazas israelíes se ensañaron con Baalbek hasta el punto de que varios bombardeos cayeron a pocos cientos de metros de este histórico complejo religioso, cuya historia se remonta a la época fenicia.

«Puede parecer muy duro para nosotros hacer algo así después de la agonía, la tristeza y el dolor que todo el mundo ha atravesado, la gente del Líbano, la gente de Palestina. Pero hay un mensaje que llevamos muy cerca del corazón y es que para nosotros esto es resistencia», explicó Hadid.

«Es resistencia cultural, no tiene que ser solo resistencia a través de las guerras y el conflicto. Este es un mensaje al mundo de que la gente del Líbano siempre querrá aferrarse a su patrimonio y a su pasado, y de que esta es la mejor forma para irradiar la energía que tenemos», agregó.

La acogida de esta edición fue tal que los dos espectáculos organizados, una producción de la ópera Carmen de Georges Bizet y la de este sábado a cargo de Oussama Rahbani, acabaron repitiéndose dos noches seguidas cada uno tras agotarse enseguida los casi 2.600 asientos disponibles por jornada.

La integrante del comité destacó cómo cuatro artistas de la diáspora libanesa aunaron esfuerzos este año en la fusión del coro, la orquesta, las proyecciones y el vestuario, con aportaciones internacionales como los bailarines brasileños que instruyeron a otros libaneses para la ocasión.

«Esta colaboración, poner nuestras manos juntas y crear algo que da esperanza a todo el mundo, es un mensaje de resiliencia», zanjó.

Tributo a los Rahbani

La cantante libanesa Hiba Tawaji actúa ante el templo de Baco durante el regreso del Festival Internacional de Baalbek, suspendido el año anterior por la guerra con Israel. EFE/Edgar Gutiérrez

A lo largo de las décadas desde su fundación en 1956, el Festival Internacional de Baalbek se enorgullece de haber ayudado a promocionar el valor cultural del Líbano, e incluso de haber servido de trampolín para artistas de la talla de Fairuz, considerada la última diva de la canción árabe.

Precisamente, la producción de este sábado es un tributo al reconocido dúo de compositores Hermanos Rahbani, conformado por el ya fallecido marido de Fairuz, Assi, y por Mansour, padre de Oussama Rahbani, responsable de la obra que puso cierre al evento.

También incluyó una pequeña parte dedicada a Ziad Rahbani, un «famoso genio local de la familia Rahbani», en palabras de Hadid, que falleció hace dos semanas. El Líbano se conmovió entonces por la pérdida del icónico compositor, dramaturgo, músico e hijo de la diva libanesa.

La responsable afirma que tanto Ziad como Fairuz son una «gran parte» de la cultura del Líbano, pero especialmente de Baalbek.

«Algunos dicen que Fairuz hizo famosos a los Rahbani, algunos dicen que los Rahbani hicieron famosa a Fairuz. Fairuz es una parte intrínseca de Baalbek y de la escena musical libanesa; no hay lugar como este templo, así que de verdad creo que tuvo su piedra angular en Baalbek», consideró.

Cientos de personas viajaron hasta este rincón desde diferentes puntos del país para tomar parte en el cierre de un evento que, pese a las dificultades, Hadid espera puedan seguir haciendo «siempre».

Noemí Jabois