El humor de Omar Janaan salta a las paredes de La Térmica de Málaga para hacer reflexionar

El dibujante Omar Janaan (Marbella, 1988), posa durante una entrevista con EFE y señala parte de sus viñetas dibujadas en las paredes del centro de cultura contemporánea La Térmica, en Málaga, en una exposición en la que quiere demostrar que el humor "es la cúspide de la inteligencia humana, nos permite reírnos de todo y combate los miedos", con un humor que también mueve a la reflexión.EFE/Jorge Zapata.

José Luis Picón

Málaga, 2 oct (EFE).- El dibujante Omar Janaan (Marbella, 1988) ha hecho saltar sus viñetas desde su soporte tradicional, el papel, hasta las paredes del centro de cultura contemporánea La Térmica, en Málaga, con un humor que primero hace reír, pero a continuación también mueve a la reflexión.

«El humor es la cúspide de la inteligencia humana. Dicho así suena muy grandilocuente, pero la realidad es que, si todo fuera bien, no nos tendríamos que reír de nada. El humor es una herramienta muy poderosa que nos permite reírnos de las cosas, pero para reflexionar luego en un estado posterior», afirma Janaan en una entrevista con EFE.

Añade que «la gente piensa que el humor es lo contrario al lamento y al lloro, pero en realidad es lo contrario al miedo y al dolor, los combate. El humor se enfrenta a aquello que nos zozobra y nos incomoda».

La exposición ‘Amor, humor y desamor’, que se abre al público este viernes en La Térmica, nace de su «deseo de trasladar los dibujos hechos en papel y jugar con el espacio de la sala, que sea un lugar de reflexión para la obra, no solo un contenedor».

La pared como lienzo

El dibujante Omar Janaan (Marbella, 1988), posa durante una entrevista con EFE y señala parte de sus viñetas dibujadas en las paredes del centro de cultura contemporánea La Térmica, en Málaga, en una exposición en la que quiere demostrar que el humor "es la cúspide de la inteligencia humana, nos permite reírnos de todo y combate los miedos", con un humor que también mueve a la reflexión.EFE/Jorge Zapata.

«Quería que el lienzo fueran las propias paredes de la sala. Intuía que eso iba a generar un impacto, porque trabajar directamente en las paredes es poco habitual».

La «saturación» de dibujos hace «que el espectador no sepa por dónde empezar y, cuando sus ojos se posan en algún objeto, se genera un recorrido que para cada uno será diferente».

Ello lleva a una sensación de ‘horror vacui’. «En el día a día soy muy ordenado, pero al exponer mi trabajo siempre me sabe a poco, por eso quería ocupar así las paredes, que están impregnadas de viñetas, y casi no hay espacio en blanco», señala Janaan.

Ha dedicado más de una semana a intervenir con rotuladores rellenos de pintura acrílica en las paredes de una sala de La Térmica, en las que lo que más impacta es su altura, de cuatro metros y medio, que obliga «a mirar hacia arriba».

Contenido muy diverso

Para titular la exposición ha tomado prestado el subtítulo de un poemario de Gloria Fuertes, ‘Historia de Gloria’ (1980), para aludir al «contenido muy diverso» de sus viñetas.

«Me fijo en todo, y observo las cosas que pasan delante de mis ojos. Es importante reírnos de todo, hasta de hacerse un huevo frito en la cocina, de la cotidianidad».

Para Janaan, «la exposición tiene tanto texto que bebe mucho de la literatura», que es una de sus «pasiones», y el humor «tiene mucho que ver con Gloria Fuertes, que era una persona muy divertida en su trabajo, por lo que era una buena conexión».

Pese a todo el trabajo que le ha supuesto crear estas viñetas, cuando se clausure la exposición el 11 de enero de 2026, sus dibujos serán borrados bajo una nueva capa de pintura blanca, lo que acepta como algo que «forma parte del propio juego».

Generar una reflexión

«La vida de las cosas puede ser finita -dice-, y esto es un ejercicio de desapego. Le tengo mucho cariño al trabajo que hago, pero más me gusta compartir la vida con la gente. Una exposición como esta es una experiencia: no vienes aquí a comprar un cuadro, sino a llevarte una experiencia y a generar un recuerdo y una reflexión».

No es la primera vez que Janaan se desprende así de su trabajo, porque a veces lo ha compartido gratuitamente en la calle. «Algunos dirán de mi forma de hacer arte que me gusta poco el dinero, y es cierto. Nunca he olvidado la calle, que es de donde vengo y donde sigo estando».

«Hago viñetas en un formato muy pequeño, y en mis paseos por las calles las coloco de una forma no invasiva, porque se pueden quitar o desprender fácilmente. La gente puede verlas, tomarles una foto, cogerlas y quedárselas o el servicio de limpieza tirarlas a la basura».