El impacto de una moratoria nuclear en España: de Extremadura a Cataluña

Imagen de archivo desde la playa de la Almadraba de la central nuclear de Vandellòs (Tarragona).EFE/ Jaume Sellart

Madrid, 9 ago (EFE).- Cataluña, Extremadura y Valencia serían, junto a Castilla-La Mancha, las autonomías que podrían verse directamente concernidas si se produjese una moratoria del calendario de cierre nuclear acordado entre el Gobierno y las empresas propietarias de las centrales para el período comprendido entre 2027 y 2035.

En España siguen activos siete reactores en cinco centrales nucleares. Y se encuentran en los territorios de las citadas autonomías, respectivamente: Ascó I y II y Vandellós (Tarragona); Cofrentes (Valencia); Almaraz I y II (Cáceres); y Trillo (Guadalajara).

Es decir, tres de esos siete reactores están en Tarragona. La energía nuclear ha sido la principal fuente de producción de electricidad en Cataluña, representando un 56,7 % de la producción total en el año 2024, según la Generalitat de Cataluña.

De este modo, Cataluña es la comunidad con mayor peso nuclear, pues tiene instalada una potencia total de 3.146 megavatios en los reactores todavía activos de Ascó I, cuyo cierre está previsto para 2030, y Ascó II, con una clausura ideada para 2031, además de Vandellós II, cuyo cierre ocurrirá en 2035.

Le sigue Extremadura, con los dos reactores de Almaraz que alberga Cáceres. Podría decirse que es la segunda comunidad más afectada, con 2.098 megavatios de potencia instalados y cierres previstos para 2027 y 2028.

Extremadura solo consume en torno al 16 % de la energía eléctrica que produce, según el Balance Eléctrico de Extremadura publicado por la Junta en 2023, y el resto lo exporta. Pero cabe destacar que “Almaraz cubre el 7 % de la demanda eléctrica anual, generando cada año el equivalente al consumo de 4 millones de hogares españoles”, según la web de la central.

La valenciana central de Cofrentes es la mayor del país, tiene instalada una potencia de 1.092 megavatios y un cierre previsto para el 2030. Suministra en torno al 45 % de la electricidad que se utiliza en la comunidad, según múltiples fuentes, entre otras la web de la propia central.

Finalmente, en Castilla-La Mancha, la central nuclear de Trillo, en la provincia de Guadalajara, tiene instalada una potencia de 1.062 megavatios y un cierre previsto para 2035. Castilla La Mancha, como Extremadura, es una región exportadora de su excedente de producción de energía, con gran peso de las renovables.

El nuevo problema catalán

El Gobierno ha notado el hecho de que Cataluña sea la comunidad más afectada. El asunto ha desembocado en un nuevo problema con sus aliados catalanes, tras la reciente abstención de Junts para que el Congreso estudie una iniciativa del PP buscando alargar la vida de las centrales.

El Congreso inició en junio la tramitación de una proposición de ley del PP para revertir el cierre nuclear con 171 votos a favor de PP y Vox, la negativa del PSOE, Sumar y el resto de sus socios… y 7 abstenciones de Junts, que inclinaron la balanza a favor de la iniciativa del PP.

Poco después surgía la posibilidad de una moratoria en el cierre nuclear a raíz de una información periodística que apuntaba un posible cambio de posición de los socialistas, al que se ha opuesto Sumar.

El Ministerio para la Transición Ecológica, tras la publicación de la noticia, enfrió las expectativas, señalando que no existe ninguna negociación abierta con las empresas propietarias de las centrales nucleares. Respondía así a Endesa e Iberdrola, empresas que habían enviado al Gobierno un escrito pidiendo la moratoria.

Desde el Gobierno se han establecido tres líneas rojas para tramitar cualquier petición formal de moratoria: que se garantice seguridad para las personas, que contribuyan a la seguridad de suministro y que no suponga un mayor coste para los ciudadanos.

Esta posición se les trasladó por carta a las compañías, que hasta el momento no han anunciado una modificación de sus propuestas, señalan fuentes del ejecutivo.

Por otro lado, y en lo que respecta a Extremadura, el PSOE en esa región se ha posicionado a favor de prolongar la vida útil de la central de Almaraz si las empresas afectadas solicitan la moratoria.