Roger Mateos
Barcelona, 7 sep (EFE).- Con el independentismo fuera del Govern y sin mayoría en el Parlamento de Cataluña, la ANC y otras entidades afines preparan una Diada del 11 de septiembre descentralizada, con tres manifestaciones simultáneas en Barcelona, Girona y Tortosa (Tarragona) y con el reto de frenar la desmovilización de las bases.
Lejos de las grandes demostraciones de fuerza de los años más intensos del ‘procés’, las manifestaciones independentistas de la Diada han ido perdiendo fuelle en los últimos tiempos.
En la edición de 2024 -la primera con Lluís Llach al frente de la ANC y con Salvador Illa en la Generalitat de Cataluña-, también tuvo un formato descentralizado y congregó a cerca de 75.000 personas en Barcelona, Girona, Tarragona, Lleida y Tortosa, una de las cifras más bajas desde el inicio del ‘procés’ e inferior a las 115.000 de 2023.
Desunión política y una moral en horas bajas
Las cicatrices que dejó la ruptura del gobierno de coalición de ERC y JxCat en 2022 -cuando Junts abandonó el Ejecutivo que presidía Pere Aragonès- siguen visibles: no hay una hoja de ruta compartida entre los partidos, que rivalizan por la hegemonía en este espacio y que mantienen al frente de sus proyectos a dos líderes con nula química entre ellos: Carles Puigdemont y Oriol Junqueras.
La no aplicación de la ley de amnistía a los principales líderes del ‘procés’ -sobre Puigdemont aún pesa una orden de detención que le impide volver con normalidad y Junqueras sigue inhabilitado-, el predominio del PSC en las principales instituciones catalanas y la falta de un horizonte ilusionante contribuyen a que la moral del independentismo esté ahora mismo por los suelos, con un único atenuante: el papel clave que juegan JxCat y ERC en Madrid.
A enrarecer el ambiente en las filas independentistas está ayudando el auge de Aliança Catalana en las encuestas: el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat augura que la formación de lidera Sílvia Orriols se dispararía de 2 a 10-11 escaños, a costa sobre todo de JxCat.
Izada de bandera en el Parlament
Una de las novedades en las celebraciones oficiales de este año es que arrancarán en la víspera de la Diada con un acto solemne frente a la fachada del Parlament, donde se ha instalado un mástil de 25 metros en el que será izada una ‘senyera’ de seis por nueve metros, que ondeará de forma permanente a partir del miércoles.
Finalizado el acto, el Parlament recuperará la tradicional recepción institucional con representantes del mundo político, económico, cultural y social de Cataluña, que se venía celebrando desde 1980 y que quedó interrumpida en 2008 por la crisis económica.
A las 21:00 horas del día 10, se emitirá el discurso institucional del presidente catalán, Salvador Illa, que a primera hora del día siguiente estrenará las ofrendas florales al monumento a Rafael Casanova en Barcelona.
Barcelona, Girona y Tortosa: los tres focos del 11S
Bajo el lema ‘Más motivos que nunca. Independencia’, la ANC, Òmnium Cultural y otras cinco entidades independentistas convocan una triple manifestación simultánea -Barcelona, Girona y Tortosa- que arrancará, como cada año, a las simbólicas 17:14 horas.
Combatir la «desnacionalización», defender el catalán y denunciar el «expolio fiscal» de Cataluña serán los ejes reivindicativos de la movilización, que en Barcelona discurrirá desde Pla de Palau hasta el monumento a Colón y culminará con el discurso del presidente de la ANC, Lluís Llach.
La CUP y otras organizaciones de la izquierda independentista convocan su propia manifestación en el centro de Barcelona, en una Diada que se cerrará con el acto institucional de la Generalitat en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC), a las 20:00 horas.