Mónica Sequeiro

Cercedo-Cotabade (Pontevedra).- El PP ha dado por inaugurado el curso político este domingo en un acto en Cerdedo-Cotobade (Pontevedra) que pudo celebrarse gracias a un claro de una hora en un día lluvioso, por lo que ha tenido que hacerlo sin las sillas.
Justo antes del mediodía caía un chaparrón de impresión en la Carballeda de San Xusto y todas las sillas que estaban perfectamente colocadas para escuchar al líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, y el resto de intervinientes, quedaron empapadas.
Así que no hubo más remedio que retirarlas y recurrir a la protección natural de los robles y la artificial de los paraguas para escuchar los discursos.
El primero en intervenir, el alcalde de la localidad, Jorge Cubela, hizo de la necesidad virtud y aseguró que «mejor sin sillas».
Como esta era la apertura de un curso político, y no escolar, no hubo ningún problema por estar de pie, y la amenaza de lluvia incluso hizo que los discursos fuesen algo más breves.
Teniendo en cuenta que Galicia acaba de pasar un mes asediada por los incendios, sobre todo la provincia de Ourense, nadie iba a protestar por la llegada del agua. La lluvia siempre es buena para apagar los fuegos y calmar los ánimos, aunque en este caso no tanto.
Feijóo y el presidente de la Xunta y del PP gallego, Alfonso Rueda, arreciaron aún más que la lluvia en sus críticas al Gobierno central por su gestión de los incendios, que es una competencia autonómica, pero para lo que no habría que «mendigar» medios al Estado, según el líder de la oposición.
Rueda, que durante estas pasadas semanas ha sido un poco más comedido en sus reproches al Ejecutivo central, también se ha soltado ahora que la situación parece que está volviendo a la «normalidad».
Como él mismo ha dicho, estaba deseando sacarse el chaleco amarillo y afeitarse la barba que ha lucido estos días de apuro y dedicarse a dar las gracias por el trabajo realizado y la cooperación, pero solo entre autonomías no con el Gobierno central.
Unas gracias que ha ejemplificado en el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno -el único barón del PP presente en este acto aparte del propio Rueda- que debió de quedarse asombrado de ver tanta agua en una tierra que hasta este mismo domingo aún mantenía la lucha contra los incendios plenamente activa.
Por su parte, Feijóo no necesitó sacarse chaleco ni nada para volver a insistir en los incendiarios que queman el monte, pedir «no frivolizar» a este respecto, y cargar contra un Gobierno central que ve «fallido», que ya le huele a «rancio» y que está «en tiempo de descuento».
Y con estos mimbres se inicia un curso político, que no escolar, en el Congreso y los diecisiete parlamentos autonómicos. Así que, una vez ya inaugurado, mejor que pongan sillas. No vaya a ser que nos cansemos de estar de pie para la que nos espera.
Menos mal que Galicia acaba de dar por extinguidos los tres incendios más grandes de su historia y encara una ‘vuelta al cole’ ya sin la amenaza del fuego.