Pekín, 10 abr (EFE).- El índice de precios al consumidor (IPC), principal indicador de la inflación en China, cayó en marzo un 0,1 % interanual, marcando el segundo mes consecutivo de descenso tras retroceder un 0,7 % en febrero.
El indicador, divulgado hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país asiático, queda por debajo de lo pronosticado por los analistas, quienes esperaban un leve aumento del 0,1 %.
En la comparación intermensual, los precios descendieron un 0,4 %, un retroceso más agudo del vaticinado por los expertos, que consideraban que retrocederían un 0,2 % con respecto al mes anterior.
El estadístico de la ONE Dong Lijuan atribuyó la evolución de los precios a “la estacionalidad y factores de importación internacionales” y agregó que el hecho de que los precios descendiesen a menor ritmo que en febrero está relacionado con “las políticas de impulso de la demanda”.
Dong también señaló que los efectos de los planes ‘renove’ emprendidos por autoridades y empresas para espolear el consumo están “apareciendo gradualmente”.
Según el funcionario, los precios de los alimentos cayeron un 1,4 % interanual, lo que hizo posible que tuviesen un efecto menor sobre el IPC total que el registrado en el mes previo.
“La estructura de la oferta y la demanda ha mejorado y los precios han mostrado algunos cambios positivos”, aseguró Dong.
El experto subrayó que la inflación subyacente -medidor que elimina el efecto de los precios alimentarios y energéticos por su volatilidad- subió un 0,5 % interanual, a un mayor ritmo que el anotado en febrero, cuando avanzó un 0,1 %.
Los precios industriales continúan cayendo
La ONE también hizo público el índice de precios a la producción (IPP), que mide los precios industriales y que anotó un descenso interanual del 2,5 % en el tercer mes del año, una caída más pronunciada que la registrada en febrero, del 2,2 %, en un marco de más de dos años consecutivos de bajadas.
Se trata del descenso más agudo del indicador desde octubre de 2024, cuando retrocedió un 2,9 %.
La institución identificó como una de las razones de la evolución del IPP “la tendencia bajista de los precios del petróleo, afectado por factores internacionales”.
Asimismo, Dong señaló un “descenso estacional de la demanda de carbón y otras fuentes de energía”.
Acecha el efecto de los aranceles
Citado por el diario hongkonés South China Morning Post, el economista jefe de Pinpoint Asset Management, Zhang Zhiwei, aseguró que “persisten presiones deflacionarias” en la economía china, “con el IPC y el IPP en terreno negativo”.
“El comercio bilateral entre China y Estados Unidos va a caer bruscamente pronto debido a los aranceles de tres dígitos”, advirtió Zhang.
La nueva alza de gravámenes del 34 al 84 % a los bienes procedentes de Estados Unidos que lleguen a China entró en vigor en el mediodía local del jueves (04.00 GMT).
El aumento, anunciado en la víspera por el Ministerio chino de Finanzas, es la respuesta de Pekín al gravamen adicional del 50 % anunciado el martes por Donald Trump, que elevó al 104 % el total de las tasas a los productos chinos que entren al mercado estadounidense.
Esta coyuntura podría provocar que las autoridades chinas “lancen nuevos paquetes de estímulos a la demanda interna en medio de la guerra comercial”, lo que, a juicio de Zhang, “podría mitigar la presión deflacionaria” a la que se enfrenta el gigante asiático.
El primer ministro del país, Li Qiang, reveló en marzo una meta oficial del 2 % para el IPC en 2025, durante la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), la cita política más importante del año en el gigante asiático.
Li advirtió de que alcanzar el objetivo “no será fácil”, incluso pese a que supone una rebaja de un punto porcentual con respecto a la del año pasado, cuando creció un exiguo 0,2 %, avivando los temores a la deflación en el gigante asiático.