El italiano Giulio Ciccone gana la Clásica San Sebastián por delante de Jan Christen

El corredor italiano Giulio Ciccone, del equipo Lild-Trel, se ha adjudicado la 44 edición de la Clásica San Sebastián al llegar destacado a la línea de meta tras atacar en la última cota de la jornada a diez kilómetros del final. EFE/Juan Herrero.

San Sebastián (España), 2 ago (EFE).- El italiano Giulio Ciccone, del equipo Lild-Trek, ganó este sábado la 44 edición de la Clásica San Sebastián merced a un ataque en el último puerto situado a diez kilómetros del final y tras defender luego ante el suizo Jan Christen los segundos conseguidos para llegar en solitario a la meta del Boulevard.

El corredor italiano Giulio Ciccone, del equipo Lild-Trel, se ha adjudicado la 44 edición de la Clásica San Sebastián al llegar destacado a la línea de meta tras atacar en la última cota de la jornada a diez kilómetros del final. EFE/ Juan Herrero

La excelente participación, culminada con la sorpresa a última hora de la inscripción de Primoz Roglic, hacía presagiar batalla de la buena en una Clásica dominada en los últimos años por el esta vez ausente Remco Evenepoel (2019, 2022, 2023), pero los primeros kilómetros fueron de paz para un pelotón que disfrutaba con la bonanza de la meteorología sin ganas de hacerse daño.

El corredor italiano Giulio Ciccone (c), del equipo Lild-Trel, se ha adjudicado la 44 edición de la Clásica San Sebastián al llegar destacado a la línea de meta tras atacar en la última cota de la jornada a diez kilómetros del final, por delante de Jan Christen (i), y de Maxim Van Gils (d). EFE/Juan Herrero.

Las hostilidades comenzarían a partir de la hora de carrera, cuando un grupo de once corredores se animó a intentar una aventura en solitario que muy rara vez cuaja en esta prueba llena de obstáculos y que en esta ocasión contaba con tres altos de montaña en los 60 kilómetros finales.

Los españoles Gotzon Martín (Euskaltel) y Julen Arriola-Bengoa (Caja Rural) fueron algunos de los integrantes de ese primer grupo de valientes, con pocas opciones pero muchas ilusiones porque se combinaban intereses de equipos dispares que puestos en sintonía podían dar mucho juego.

El grupo aguantó hasta la llegada del mítico monte Jaizkibel, otrora decisivo y ahora un espectáculo para los aficionados aunque muy alejado de la línea de meta, y ahí surgió la figura de Jordan Labrosse, que se escapó en la cima del alto de segunda categoría perseguido por un pequeño grupo en el que ya no estaban los españoles.

Labrosse no aguantó ya la última dificultad en el puerto de primera categoría de Erlaitz, clave como siempre en el desarrollo de esta Clásica, donde se conformó el grupo que se iba a jugar el triunfo con Jan Christen, Isaac del Toro, Maxim Van Gils y el a la postre vencedor Ciccone.

Ciccone y Del Toro iniciaron en solitario la subida a Murgil, con sus rampas del 20 % y cientos de aficionados dando una imagen propia del Tour de Francia. Ahí, el italiano soltó al mexicano y Christen, de menos a más en la exigente subida, se convirtió en la única alternativa al triunfo.

No obstante, Giulio Ciccone aguantó a la perfección la bajada que lleva a las calles de San Sebastián y, aunque Chisten estuvo siempre cerca, rondando los diez segundos de desventaja, en ningún momento pudo pasar a disputarle el esprint al corredor del Lidl-Trek.