São Paulo, 11 ago (EFE).- El presidente de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU (COP30), André Corrêa do Lago, afirmó este lunes que las tarifas abusivas de los hoteles pueden tener repercusión en las negociaciones que tendrán lugar el próximo noviembre en la ciudad brasileña de Belém.
El diplomático aseguró que el Gobierno brasileño está trabajando para encontrar soluciones que permitan tener una alta asistencia en la cumbre climática, tanto de delegaciones oficiales como de organizaciones de la sociedad civil.
«A partir del momento en que la cuestión (de los hoteles) provocó reacciones formales de los países, naturalmente hay un impacto en las negociaciones. Para que haya una conferencia, es necesario tener delegados», dijo Corrêa do Lago al pódcast Café da Manhã, del diario Folha de São Paulo.
Numerosos países han criticado los altos precios de los hoteles en Belém y han presionado a Brasil para que tome medidas con vistas a garantizar la asistencia de las delegaciones.
El presidente de Austria, el ecologista Alexander Van der Bellen, ha anunciado que no asistirá a la COP30 por los altos costos del viaje a la ciudad amazónica.
Asimismo, varios países africanos han pedido que la COP30 cambie de ciudad, mientras que la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS) ha advertido que para varios de estos países es «imposible» asumir el fuerte desembolso que supone el alojamiento en Belém.
El Gobierno brasileño ha contratado cruceros y ha hecho acuerdos con plataformas de alquiler de apartamentos para elevar la oferta de camas en Belém, que debe llegar a cerca de 40.000 camas durante la conferencia.
En la web oficial del evento, habilitada este mes por las autoridades brasileñas, se ofertan habitaciones de hotel por 1.800 dólares la noche y hostales entre 300 y 600 dólares, aunque en ambos casos, se obliga a reservar por un mínimo de 15 noches.
Pese a las críticas, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha insistido en su apuesta por Belém, dado el simbolismo que supone organizar el principal evento climático del planeta en una ciudad ubicada en la selva amazónica.