Madrid, 20 sep (EFE).- El juego de poder que libra el Gobierno de EE. UU. con la Reserva Federal (Fed) en este segundo mandato se ha saldado con la primera batalla en tablas, ya que el banco ha bajado los tipos como pedía Trump, pero no por lo que presionaba, que eran 50 puntos básicos.
Las injerencias del presidente de EE. UU., Donald Trump, han sido una constante en la Fed, con una continua presión para que la Fed bajara los tipos de interés, a pesar de que se trata de un organismo independiente del Gobierno.
Después de librar una dura batalla durante meses contra el presidente de la institución, Jerome Powell, quien hizo caso omiso a la petición de Trump de bajar las tasas; el pasado miércoles se replegaba, a medias, con una bajada de 25 puntos básicos y no 50 como quería el mandatario, situando la tasa oficial en el rango del 4 al 4,25 %.
Una intensa campaña de presión contra el banco central
A pesar de la fuerte presión ejercida por Trump, el recorte de tipos ha llegado justificado en la debilidad del mercado laboral.
Este movimiento, según los analistas de Banca March, marca una fase poco habitual en la política monetaria, de los últimos 9 ciclos de bajadas en los últimos 50 años, ya que sólo en dos ocasiones,1985 y 1998, se ha reanudado una etapa tras una pausa sin estar atravesando una recesión o habiéndola atravesado recientemente.
Ahora todo hace prever que el rumbo se mantenga, y el mercado da ya por descontadas dos bajadas más por la Fed este año, y otra en 2026.
Ello supone, según el analista de IG Sergio Ávila que no va a haber «barra libre» de dinero barato como muchos descontaban, lo que, en su opinión, cambia el juego en renta variable, divisas y deuda.
Un recorte de gestión de riesgos
Powell ha considerado la rebaja de tipos de la Fed, que no contó con la unanimidad de todos sus miembros, como un «recorte de gestión de riesgos» afirmando que no era necesario un ajuste más agresivo, de 50 puntos básicos como consideraba Trump, y para lo que puso al frente de esa iniciativa al nuevo gobernador Stephen Miran, su asesor económico.
A ello se une que Trump pidió el día después de la reunión de la FED, al Tribunal Supremo que autorice el despido de la gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook, después de que cortes de menor instancia hayan otorgado protección a la economista mientras otras instancias determinan si cometió o no fraude hipotecario y por lo tanto puede ser destituida.
El despido de Cook permitiría a Trump nombrar un nuevo miembro del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) con derecho a voto en materia de política monetaria.
La independencia de la Fed afecta a la demanda de renta variable, renta fija y oro
Los mercados podrían estar subestimando la importancia del pulso a la Fed, según ha afirmado el gestor multiactivo de Soluciones de Inversión de Robeco, Van der Welle.
Según el analista, se intuye que algo se está gestando, ya que desde el 2 de abril la correlación entre el bono del Tesoro a 10 años y el oro se ha vuelto negativa, y la tasa interna de retorno de los bonos del Tesoro a 2 años ha bajado.
En cuanto al dólar, su depreciación a lo largo de este año, podría ser un indicio de que el mercado de divisas está recalibrando la probabilidad de que se instaure un régimen de política fiscal.