El juez descarta que la exasesora de Moncloa filtrara el correo pero cuestiona su relato

La exasesora de Moncloa, Pilar Sánchez Acera (2i) en una imagen de archivo a su salida del Tribunal Supremo. EFE/ Mariscal

Madrid, 31 mar (EFE).- El juez Ángel Hurtado ha descartado la participación de la exasesora de Moncloa Pilar Sánchez Acera en la filtración del correo en el que la pareja de Isabel Díaz Ayuso reconocía haber cometido delitos fiscales, si bien advierte de falso testimonio en su relato con respuestas que “dejan mucho que desear”.

Sánchez Acera, actual secretaria de organización del PSOE de Madrid, compareció como testigo el pasado 12 de marzo en la causa que investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un supuesto delito de revelación de secretos por la filtración de datos de la investigación contra Alberto González Amador por fraude a Hacienda.

Su nombre apareció en la causa tras el análisis del móvil del ex secretario general del PSOE de Madrid Juan Lobato. Ella le envió el correo del 2 de febrero de 2024 en el que el abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso reconocía en su nombre al fiscal la comisión de “dos delitos contra la Hacienda Pública”, de cara a su intervención en la Asamblea de Madrid.

La que fuera asesora de Moncloa declaró que recibió un “pantallazo” de un documento -no el correo- en el que González Amador reconocía estos delitos, pero no recordó qué persona se lo envió.

El instructor rechaza en el auto una serie de diligencias solicitadas por el novio de Ayuso y una acusación popular, que pedían indagar en sus teléfonos, y en el del secretario de organización del PSOE Santos Cerdán.

Hurtado descarta la participación de Sánchez Acera en el delito de revelación de secretos, porque no concurre la cualidad de ser el funcionario público que conoce los secretos que se revelan por razón de su propio cargo y, además, porque desde el momento en que recibe una información reservada a la que ha dado publicidad otro, ella no hizo público secreto alguno.

Su conducta se circunscribe a que, “habiendo recibido el correo” de 2 de febrero de 2024, “presumiblemente filtrado de Fiscalía”, lo hace llegar a Juan Lobato, para que éste haga uso de él en la Asamblea de Madrid. “No reveló nada”, añade.

Con todo, Hurtado advierte de “importantes fisuras” en su testimonio y subraya que sus respuestas “dejan mucho que desear”, especialmente cuando dijo no recordar quien le envió ese documento, lo que “no le resulta creíble a este magistrado” pues “se trata de un documento al que da no poca importancia la propia Sánchez Acera”.

“No es, por lo tanto, explicable que, siendo un documento tan significado, no pueda recordar quien se lo proporcionó, y no solo eso, sino que, tratado de buscar el origen de esa información en su dispositivo móvil, no sea posible porque, al igual que alguno más de los intervinientes en la presente causa, cambió de teléfono y borró cuantos mensajes tenía en el que usó en aquel momento”, explica.

Para el juez, este comportamiento no es ejemplo de colaboración de cara al esclarecimiento de los hechos “y, por más que se pueda considerar reprobable, como así parece, incluso con aparente relevancia penal, de ser objeto de investigación debiera serlo en causa aparte” por falso testimonio, sobre lo que el magistrado no toma decisión en el auto.