El lehendakari Pradales visita en Nueva York primera Casa Vasca fundada en Estados Unidos

El lehendakari, Imanol Pradales, durante su viaje a Nueva York. EFE/ Angel Colmenares

Javier Otazu

Nueva York, 12 mar (EFE).- El lehendakari (presidente) del Gobierno Vasco Imanol Pradales visitó este miércoles en Nueva York la Euzko Etxea, primera Casa Vasca fundada en 1913 en Estados Unidos, donde se reunió con la colonia vasca en la Gran Manzana, que poco tiene que ver con la de hace cien años.

Situada en el barrio de Brooklyn, la Casa Vasca sigue guardando sin embargo unas señas de identidad que han sobrevivido a un siglo convulso: aquí se juegan campeonatos de mus, se bebe sidra y txakolí, se enseñan danzas vascas, se invita a los bertsolaris que pasan por Nueva York y se hacen concursos de tartas de queso, es decir “basque cheese cakes”.

Como dijo la presidenta de la Euzko Etxea, Aitziber Buqué, la Casa Vasca ya no cumple hoy la labor de ir al puerto de Brooklyn o a Ellis Island a recoger a pobres emigrantes o exiliados políticos, sino que recibe los e-mails de los vascos que por vicisitudes laborales emigran a Nueva York y necesitan consejos sobre vivienda, escuelas o trámites administrativos.

Pero proclamó con orgullo que siguen siendo “los embajadores de la cultura vasca de Nueva York”. No por nada siguen enseñando euskera, aunque sea online.

Los vascos del siglo XXI que recalan en Nueva York son funcionarios de Naciones Unidas, trabajadores de organismos multilaterales, profesores de universidad, periodistas o empleados de banca.

Pradales, inmerso en un intenso viaje a Estados Unidos donde se ha reunido con políticos, empresarios y con la Fundación Guggenheim para tratar sobre una posible ampliación en Urdaibai, quiso tener un gesto con esta moderna diáspora.

“Queremos que seáis nuestras antenas en Estados Unidos y nos ayudéis a identificar las oportunidades que surjan, a tomar el pulso a la realidad del país, que sigáis creando vínculos estables y permanentes para fortalecer el papel de Euskadi también al otro lado del Atlántico”, dijo Pradales a los presentes en un discurso trilingüe (euskera, inglés y castellano).

El lehendakari no rehuyó el momento político actual en Estados Unidos y expresó que “este país es mucho más que la Administración Trump”, y que si ahora “la ley del más fuerte gana fuerza en la democracia más vieja del mundo, nosotros como europeos nos identificamos con lo contrario, con los valores que nos son fundacionales: democracia, paz, libertad, seguridad, igualdad y justicia social”.

Y frente “al imperialismo y al proteccionismo salvaje o un mundo de bloques, defendemos los acuerdos multilaterales, los mercados libres y el comercio internacional basado en normas compartidas”, declaró.

El discurso de Pradales tuvo un tono muy contemporáneo y alejado de la nostalgia; así, no se entretuvo en glosar la figura de José Antonio Aguirre, el lehendakari que presidió el primer gobierno en el exilio y que residió entre 1940 y 1946 en la Gran Manzana, donde fue profesor en la Universidad de Columbia.

Aguirre dejó escritas unas notas durante esos años de exilio en unos pequeños cuadernos (que hoy llamaríamos moleskines) que han sido reproducidos en edición facsímil, con su puño y letra, por el Gobierno Vasco actual, y Pradales trajo un ejemplar de esos cuadernillos como regalo para la Euzko Etxea.

En contrapartida, recibió de los vascos neoyorquinos una botella de txakolí de Zarautz que se produce para venta exclusiva en Estados Unidos, una cerveza fabricada por vascos de New England y un libro sobre la contribución de las mujeres vascas en sus distintas comunidades de acogida en Estados Unidos. EFE