Mhaydse (Líbano), 28 jul (EFE).- Miles de personas despidieron este lunes en el Líbano al reconocido músico y compositor Ziad Rahbani, hijo de la leyenda de la canción Fairuz y conocido por su fusión de ritmos árabes y occidentales, quien falleció por una enfermedad el fin de semana a los 69 años.
Un artista polifacético, Rahbani no solo destacó en el plano musical como un compositor innovador aclamado por la crítica o como pianista, sino que también fue un dramaturgo de renombre, debutando en los teatros cuando todavía se quedaba un año corto de la mayoría de edad con ‘El Hotel de la Felicidad’.
Sus obras, de marcado carácter satírico, y sus comentarios le convirtieron en un personaje conocido por su denuncia del sistema político libanés o el sectarismo reinante, emanada de sus vivencias de juventud durante la guerra civil librada en el país de 1975 a 1990.
«Ziad Rahbani no fue solo un artista, fue un intelectual completo y una figura cultural. Más allá de eso, fue una conciencia viva, una voz rebelde contra la injusticia y un espejo honesto para los que sufren y los marginados», subrayó el fin de semana el presidente libanés, Joseph Aoun.
Una de las muchas personalidades en recordar al compositor desde que el sábado se diera a conocer su fallecimiento, el jefe de Estado también alabó en un comunicado cómo este expresaba «la verdad sin ambigüedad» y cómo su peculiar visión artística abrió «nuevas ventanas» en la expresión cultural libanesa.
Despedida multitudinaria

A primera hora de este lunes, miles de personas se congregaron a las puertas del hospital beirutí donde Rahbani perdió la vida, para marcar con aplausos y pétalos de flores al aire la salida de su féretro hacia la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Mhaydse, en las montañas que rodean la capital.
Allí, tuvo lugar un funeral a puerta cerrada, después de que la familia del músico recibiera condolencias por parte de un gran número de personas, entre ellas el primer ministro libanés, Nawaf Salam, y diversos artistas de la nación mediterránea.
Fairuz, considerada la última gran diva árabe, permaneció en una sala escuchando condolencias durante varias horas y por la tarde acudió a la misa por su hijo, en una muy poco común aparición pública por parte de la leyenda de la canción, de 90 años.
El dramaturgo también era hijo del ya fallecido Assi Rahbani, quien junto a su hermano Mansour formaba una pareja de compositores dedicados a escribir temas para Fairuz, un trabajo en el que a su muerte tomó el relevo el propio Ziad.
Las canciones compuestas por el hijo marcaron un giro de estilo en la carrera de la diva, pues este se aventuraba a fusionar ritmos más occidentales con otros árabes, dando a luz a músicas como lo que el propio Rahbani llamó «jazz oriental».
«Desde el escenario, a través de la música y las palabras, Ziad dijo lo que muy pocos se atrevieron a decir, tocando las esperanzas y el sufrimiento de los libaneses durante décadas. Con su punzante honestidad, instauró una nueva sensibilización en la conciencia de la cultura nacional», consideró el primer ministro libanés. EFE
egc-njd/cgs/ad
(foto)(vídeo)
