Bangkok/Kuala Lumpur, 18 abr (EFE).- El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, urgió en sendas conversaciones con el jefe de la junta militar birmana y la oposición democrática a mantener el alto el fuego declarado tras el devastador terremoto que sacudió el país, del que este viernes se cumplen tres semanas.

“Siento que hay disposición a que continúe el alto el fuego, ya que es un prerrequisito para (la llegada de) la ayuda humanitaria”, dijo hoy Anwar sobre el desarrollo de sus reuniones durante una rueda de prensa en Bangkok.
Anwar se reunió el jueves en Bangkok con el líder del régimen castrense, Min Aung Hlaing, mientras que este viernes habló por videoconferencia con un alto representante del opositor Gobierno de Unidad Nacional (NUG), que se declara la autoridad legítima birmana.
El dirigente malasio dijo haber insistido en ambas citas sobre la necesidad del cese de los enfrentamientos en aras de encontrar una salida al conflicto en el que Birmania vive sumido desde el golpe de Estado militar de febrero de 2021.
El 28 de marzo un terremoto de magnitud 7,7 golpeó la región centro-norte de Birmania y dejó al menos 3.600 fallecidos y decenas de miles de viviendas derruidas, según cifras de la junta militar.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) estima que unos 20 millones de personas, un tercio de la población, se vieron afectadas de distintas maneras por el terremoto.
El brazo armado del NUG y otras guerrillas étnicas declararon inicialmente un alto el fuego unilateral temporal, rechazado primero por el Ejército, que después decretó a comienzos de mes un cese de hostilidades hasta el 22 de abril.
A pesar de la tregua, la ONU contabilizó hasta el pasado viernes más de 120 ataques perpetrados por los militares tras el seísmo, la mayoría ocurridos tras el alto el fuego.
Desde Bangkok, el dirigente malasio apeló al general golpista a “que garantice la paz y detenga cualquier nuevo conflicto”, y pidió al representante del NUG, brazo político de las fuerzas de defensa prodemocráticas (PDF) formadas tras el golpe, el “cese de la violencia”.
“Durante mi conversación (con Min Aung Hlaing) le dije que el alto el fuego es importante para que los esfuerzos humanitarios cubran a toda Birmania sin importar su ubicación geográfica o su posición política”, indicó el mandatario.
La oposición y la ONU han pedido a la junta que no utilice la ayuda como “arma de guerra” y la entregue indiscriminadamente.
El primer ministro de Malasia, que alberga este año la presidencia rotatoria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) -que incluye a Birmania-, avanzó que continuará con las “negociaciones”, de las que dijo haber informado al grupo.
Se trata de la primera vez desde abril de 2021 que el líder del país que preside la ASEAN se reúne con el general golpista, quien lleva años vetado de las reuniones de alto nivel del bloque y desde el terremoto ha estado en Bangkok dos veces. EFE
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