Redacción Ciencia, 2 oct (EFE).- Los lobos temen a los seres humanos y son más del doble de propensos a huir y dos veces más rápidos en abandonar el lugar tras escuchar sus sonidos en comparación con otros ruidos, como los de las aves.
Un estudio de la Universidad de Ontario Occidental (Canadá) indica que incluso “cuando existen leyes para protegerlos, los lobos temen plenamente al ‘superdepredador’ humano.
El equipo, formado también por la Academia Polaca de Ciencias, realizó un experimento en una zona de 1.100 kilómetros cuadrados en el centro-norte de Polonia, cuyos resultados publican en Current Biology.
Los investigadores colocaron sistemas ocultos de cámaras y altavoces automáticos en la intersección de los caminos del bosque de Tuchola que, cuando se activaban al pasar un animal a poca distancia (10 metros), filmaban su respuesta al oír a humanos hablando tranquilamente en polaco, perros ladrando o sonidos de control no amenazantes (cantos de pájaros).
Los lobos eran más del doble de propensos a huir y dos veces más rápidos en abandonar el lugar tras escuchar sonidos humanos en comparación con los sonidos de control y lo mismo ocurría con las presas de los lobos, como ciervos y jabalíes, indicó la universidad.
El miedo a los humanos, que son predominantemente activos durante el día, hace que los lobos sean 4,9 veces más activos por la noche que las personas.
“Los lobos no son una excepción en su temor hacia los humanos, y tienen buenas razones para temernos», señaló la investigadora de la Universidad de Ontario Occidental, Liana Zanette.
La encuestas muestran que “los humanos matan presas a un ritmo mucho mayor que otros depredadores y matan a grandes carnívoros como los lobos a un ritmo nueve veces superior al de su mortalidad natural, lo que convierte a los humanos en un ‘superdepredador’”.
Cada vez hay “más pruebas experimentales de todos los continentes habitados que demuestran que la fauna silvestre de todo el mundo, incluidos otros grandes carnívoros como los leopardos, las hienas y los pumas, teme al ‘superdepredador’ humano por encima de todo”, dijo la universidad.
La protección legal “no cambia el miedo de los lobos hacia los humanos, porque la protección legal no significa no matar lobos, sino no exterminarlos. Esta es una distinción importante”, consideró Zanette.
Los humanos siguen siendo en gran medida un ‘superdepredador’ para los lobos, incluso en lugares donde estos están estrictamente protegidos, como en la Unión Europea, donde se matan lobos de forma legal e ilegal a un ritmo siete veces superior al de su mortalidad natural.
Los resultados del estudio muestran que cualquier lobo “aparentemente intrépido es, en realidad, un lobo temeroso que se arriesga a acercarse a los seres humanos para conseguir un bocado” de los ‘superalimentos’ que tiene.
El verdadero problema, según Zanette, es cómo mantener al lobo alejado de nuestra comida.
La importancia fundamental del estudio, según la investigadora, radica en reorientar el debate sobre el conflicto entre humanos y lobos hacia la educación pública sobre el almacenamiento de alimentos, la eliminación de residuos y la protección del ganado, reduciendo así el acceso de los lobos a los alimentos humanos.