Zaragoza, 8 may (EFE).- El Patagotitan mayorum, considerado el dinosaurio más grande de la historia, ‘pisará’ por primera vez la capital aragonesa desde el extremo sur del continente americano en ‘Dinosaurios de la Patagonia’, una muestra con fósiles y réplicas a tamaño real que poblará el CaixaForum de Zaragoza hasta el próximo 31 de agosto.

El enorme saurópodo, de cuarenta metros de longitud y entre 60.000 y 70.000 toneladas, vivió en lo que actualmente es Argentina hace unos 100 millones de años, pero ahora cuenta con un ‘gemelo’ a escala que descansa sobre la terraza del edificio zaragozano y que supone la pieza más representativa de esta exposición que ya ha paseado por Madrid y Barcelona.
Junto a él, otros dinosaurios, plantas y fragmentos fosilizados conforman esta exhibición, cuyo objetivo principal es otorgar valor al descubrimiento del gigante en 2012 y a la inmensa riqueza científica que continúa proporcionando este enclave desértico de Sudamérica.
“Es un desierto que a nosotros como paleontólogos nos permite caminar directamente por rocas que se formaron en el pasado millones de años atrás. No es que la Patagonia tuviera mayor diversidad de la que había en el resto del planeta, sino que nos da la posibilidad de observar esas rocas”, ha detallado en rueda de prensa el paleontólogo Luis Carballido, codescubridor del Patagotitan, sobre el que pesa el título de mayor animal terrestre que ha habitado jamás el planeta.
Del hallazgo del enorme animal, Carballido ha explicado que fue gracias a un agricultor de la zona que pudieron constatar la existencia de restos fósiles de un gran dinosaurio y, tras más de una decena de campañas de entre 10 y 15 días de duración, pudieron recolectar los fragmentos de la nueva especie, así como de otros carnívoros que se habían alimentado de su cuerpo.
“Nosotros sabíamos que en la Patagonia habían habitado los dinosaurios gigantes, porque teníamos registros de hace más de 120 años de los primeros investigadores que anduvieron por allá. Pero recién cuando se estudió pudimos empezar a entender realmente qué peso, largo y tamaño tenían y, sobre todo, empezar a entender un poquito más la cuestión evolutiva”, ha afirmado el paleontólogo.
Junto al Patagotitan mayorum, la exposición recorre la historia de esta región desde el origen de los mismos dinosaurios, en el Triásico, hasta el Jurásico y el Cretácico, con la división del supercontinente Pangea y el surgimiento de especies endémicas que se adaptaron al terreno con características únicas, entre ellas, su gran tamaño.
Más allá de enormes herbívoros, los visitantes podrán aprender qué hacía tan peligrosos a los potentes carnívoros del mesozoico, como el Tyrannotitan chubutensis (muy similar al legendario ‘rex’) o el Carnotaurus sastrei con sus característicos cuernos; maravillarse con el primitivo Eoraptor lumensis o admirar la longitud de otros saurópodos como el espinado Amargasaurus cazaui.
Aunque las piezas que hacen realmente destacable esta exposición, para Carballido, son varios huesos reales del holotipo (restos originales sobre los que se describe una especie) del Patagotitan, que rara vez abandonan su lugar de origen, y entre los que puede admirarse una espátula y un fémur del colosal animal, cada uno de aproximadamente mil kilogramos de peso.