Madrid, 26 jul (EFE).- El mercado no da por cerrado el ciclo de bajadas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), a pesar de que en la reunión del jueves se decidiera pausarlos en el 2 %, y apuntan ya al próximo mes de septiembre para que se vuelvan a reactivar las bajadas.
Una vez que la política monetaria ha dejado de ser restrictiva y ha entrado en terreno acomodaticio, van a ser los datos que se vayan conociendo de cara a los próximos meses los que marquen la actuación del autoridad monetaria europea, que de momento ha seguido los pasos de la Fed, que en junio decidió mantener los tipos en el 4,25-4,50 %; mientras que ahora los mercados miran a la reunión del próximo miércoles, en la que parece que los seguirá pausando.
El dato de inflación de junio en EE. UU., que se aceleró por segundo mes consecutivo hasta el 2,7 %, lo que demostró que los aranceles de Trump empiezan a hacer mella, condicionará el margen de actuación de la Fed para recortar los tipos de momento, aunque el mercado cree que sí efectuará al menos una bajada de aquí a final de año.
En el caso de Europa, tras mantener el jueves el BCE los tipos en el 2 %, el consenso de analistas apunta a una próxima bajada en 25 puntos básicos en la reunión de septiembre, no descartando los más optimistas que se pueda producir otra más antes de que acabe el año..
Un nuevo escenario monetario
Con la pausa de los tipos de interés tras ocho bajadas y siete realizadas de manera consecutiva, el BCE dibuja un nuevo escenario en el que existen destacados riesgos como el impacto de la guerra arancelaria, la inflación, el crecimiento de la deuda pública o la inestabilidad geopolítica.
En este sentido, desde Ibercaja Gestión se ha destacado que la actuación del BCE estará marcada por los datos que se vayan conociendo, de manera que irá definiendo sus pautas reunión a reunión como viene siendo habitual.
En ese contexto, Ibercaja Gestión estima una bajada adicional por parte del BCE antes de fin de año, lo que llevará a concluir 2025 con la facilidad de depósito en niveles del 1,75 %.
En consonancia con ello, el jefe de investigación del área financiera de Federatd Hermes, Filippo Alloatti, también ha apuntado a un recorte de tipos más por parte del BCE este año, aunque ha destacado que si es en septiembre dependerá del resultado de los aranceles.
Los aranceles serán claves para el escenario de tipos
Desde DWS se considera que si aún hay margen para nuevas bajadas de tipos de interés depende en última instancia de la política arancelaria.
El director de estrategia de Mercado y Producto en Muzinich & Co, Eric Muller, cree que tras el mantenimiento de los tipos por el BCE, existe incertidumbre por lo que sucederá a partir de ahora, y ha señalado que una rápida resolución de las negociaciones arancelarias entre EE. UU. y la UE, especialmente si da lugar a una reducción significativa de los mismos, reduciría más los argumentos a favor de un recorte de los tipos a corto plazo.
Por su parte, la vicepresidenta y economista europea de renta fija de AllianceBernstein, Sandra Rhouma, se ha mostrado favorable a un nuevo recorte en septiembre, pero no ha descartado que pueda materializarse más adelante.
Allianz GL cree que si aparecen riesgos a la baja tanto para el crecimiento como para la inflación, como un euro más fuerte de lo previsto, el BCE podría verse obligado a aplicar un par de recortes adicionales de 25 puntos básicos a lo largo del año.
La tranquilidad del BCE podría ser efímera
Según ha destacado el miembro del comité de inversión de Carmingnac Kevin Thozet, la postura prudente del BCE se basa en la doble incertidumbre que plantean la evolución de la dinámica comercial y las medidas de apoyo fiscal, unos factores que pesan mucho sobre la inflación, el crecimiento y la trayectoria de las divisas.
El analista ha considerado que el entorno monetario de la zona del euro parece estar en equilibrio, sin embargo, esa tranquilidad podría ser efímera ante la incertidumbre de la imposición de aranceles entre EE. UU. y la UE, y el estímulo fiscal alemán.
Por ello, ha considerado que el BCE podría bajar su tipo de interés oficial hasta el 1,5 %, especialmente si la incertidumbre sobre los aranceles se resuelve de forma negativa o si la inflación se mantiene por debajo del objetivo.