El método Kilian Jornet cruza el Atlántico

Fotografía de Guillermo Garrido Serrano, en la que puede verse en una imagen de archivo del 20 de noviembre de 2024 al atleta de montaña Kylian Jornet durante una entrevista. EFE

Barcelona, 9 oct (EFE).- Más de 488 horas en movimiento y 5.145 kilómetros recorridos, 4.133 de ellos en bicicleta y 1.012 a pie, para culminar en 31 días 72 ‘fourteeners’ -cimas de un altitud superior a los 14.000 pies (más de 4.267 metros)- ubicados en Estados Unidos.

Este es el último desafío completado por el atleta de montaña Kilian Jornet, que ha cruzado el Atlántico con su método basado en explorar nuevos límites mientras disfruta de las montañas, su gran pasión.

No es la primera vez que el polifacético deportista catalán, de 37 años, concibe un proyecto de estas características. En 2023, encadenó en 8 días 177 cimas de más de 3.000 metros en los Pirineos. Un año después, coronó los 82 cuatromiles de los Alpes en 19 días.

Y el pasado fin de semana terminó su última hazaña, ‘States of Elevation’. El diario The New York Times le dedicó un reportaje en su edición impresa y digital, que apareció en la portada del suplemento que publica cada jueves.

La repercusión del último reto de Jornet se explica por la singularidad del mismo. Su proyecto es comparable a enlazar varios Tours de Francia y decenas de maratones con la dificultad que implica hacerlo en altura.

A lo largo de los 5.145 kilómetros que ha recorrido en el último mes, sus piernas han acumulado 123.045 metros de desnivel entre los estados de Colorado, Arizona, Nevada, California, Oregón y Washington. Jornet no lo hizo solo, pues coronó el 50 % de las cimas junto a otros atletas.

El proyecto comenzó el 3 de septiembre con la ascensión al Longs Peak, en Colorado, y concluyó un mes después en el Mount Rainier, en el estado de Washington, tras recorrer las escarpadas Rockies, los desiertos de California, la majestuosa Sierra Nevada y los bosques del noroeste del Pacífico, entre muchos otros espacios naturales.

Los datos de la hazaña

El 80 % de los kilómetros que completó los pasó encima de una bicicleta, pero el 60 % de las más de 488 horas de actividad las hizo a pie. Jornet durmió un promedio de 6 horas y 15 minutos por noche y quemó una media diaria de 9.000 kilocalorías.

Pese a ello, su peso se mantuvo estable en 55 kilogramos, después de bajar hasta los 52 durante la primera semana y recuperarse a medida que el cuerpo se iba adaptando a la actividad.

Y eso que su carburante diario consistía en un yogur con frutas del bosque para desayunar y un sobre de probiótico, bocadillos combinados con algún gel energético durante la actividad y una comida con arroz, patatas y verduras tras finalizar cada etapa. Los jueves, eso sí, Kilian no perdonaba la paella cocinada por su equipo, formado por un grupo rotativo de dos personas que le seguían en furgoneta y se encargaban de gestionar la logística del reto.

Todo ello apostando por su ya habitual filosofía minimalista en cuanto a material. El peso de sus mochilas osciló entre 1 y 7 kilogramos, utilizó dos pares de zapatillas Normal, la marca que lanzó junto a Camper en 2022, y se montó en dos modelos distintos de bicicletas de la compañía estadounidense Trek con los que recorrió 4.133 kilómetros. Sorprendentemente, no sufrió ningún pinchazo.

El debate sobre los límites del alpinismo

El método híbrido de Jornet, consistente en mezclar dos actividades distintas como el ciclismo y el alpinismo para completar en poco tiempo un recorrido kilométrico con un desnivel gigantesco, ha reavivado el debate sobre los límites del alpinismo clásico.

Recientemente, el alpinista alemán David Göttler, que el pasado verano ascendió el Nanga Parbat (8.125 metros) por la vertiente Rupal y lo descendió en parapente desde una cota de 7.750 metros, calificó de «interesante» la filosofía de Jornet.

«Es bonito lo que hace Kilian. Todo cambia y evoluciona. Mezclar dos deportes en uno es inspirador», afirmó en declaraciones a EFE Göttler, que en 2021 compartió un proyecto de ascenso al Everest con el ultrafondista catalán.

Kilian, mientras tanto, destacó que «más allá de los números» su última aventura fue una forma de descubrir lugares que se han vuelto «muy especiales» para él.

Y es que, además de subir 72 ‘fourteeners’, Jornet aprovechó su viaje a Estados Unidos para organizar varios eventos a través de su fundación en los que se firmaron peticiones dirigidas a legisladores de Estados Unidos para reclamar que se mantenga el apoyo a la protección de los espacios naturales públicos, el terreno de juego de sus aventuras. EFE