El miedo a la oscuridad en la Cañada Real: «Nos han apagado la vida»

Imagen de la Cañada Real. EFE/Víctor Lerena

Ximena Hessling

Madrid, 2 oct (EFE).- En el quinto año sin suministro eléctrico en la Cañada Real de Madrid, donde viven más de 4.000 personas, entre ellas unos 2.000 niños, las mujeres hablan sobre el miedo a la oscuridad y denuncian «el abandono, la violencia, el racismo, la islamofobia y la discriminación» por parte de las instituciones.

La asociación cultural Tabadol presenta hoy la primera pieza del Museo Portátil de la Memoria de la Cañada Real, un vídeo grabado en colaboración con el colectivo ‘Todo por la praxis’, hecho por mujeres exponiendo sus miedos en este asentamiento desde que se quedaron sin luz el 2 de octubre de 2020.

Además, hay un bordado de frases sobre su situación para confeccionar un tapiz de denuncia colectiva, que colgarán en la sede de la asociación, situada en la parcela 110, en el sector 6.

En el vídeo se recoge el testimonio de Zakia explicando que cuando se va a hacer la compra a Madrid o a Rivas y a su regreso empieza a ver la oscuridad en el barrio, el miedo es «como si sufriera una enfermedad grave y necesitara que la metieran en un quirófano para ser operada por un profesional».

Otro de los testimonios es el de Hayat que cuenta cómo sobrevivió con su hija de tres meses, sin suministro eléctrico durante la borrasca Filomena, y se encontró por la noche con que no tenía pilas para la linterna, las tiendas estaban cerradas y todo estaba a oscuras, por lo que tenía que tocarle la boca a su bebé para darle la teta y dejarle el pañal hasta por la mañana.

Hayat describe el miedo que pasaba por su niña, a hacerle daño, a que sufriera una infección o a que pasara frío y tuviera síntomas de congelación, como «un diablo que la persigue durante la noche».

«Nos han apagado la vida»

«Llevamos cinco años sin luz en la Cañada Real, cinco años de abandono institucional. Nos han apagado la vida, no solamente a mi familia, sino a 4.200 personas, entre ellas más de 2.000 niños y niñas», afirma la presidenta de la asociación cultural Tabadol, Houda Akrikez, como «representante vecinal, activista, mujer, marroquí y musulmana en Europa».

«Nos niegan un derecho básico mientras el resto de la ciudad se ilumina. En Navidades, vemos cómo el Ayuntamiento de Madrid adorna la ciudad en bombillas y decoraciones, en las que gastan millones de euros, pero no tienen dinero para poder restablecer el suministro eléctrico en nuestro barrio», lamenta.

La representante vecinal subraya que «no solo se trata de un corte de suministro eléctrico, sino de un corte de derechos humanos, de dignidad y de futuro».

Para las mujeres y las niñas, agrega, supone «un retroceso en el tiempo» porque ocuparse de las tareas domésticas sin electricidad se convierte en «una carga». Lleva más tiempo lavar la ropa a mano, preparar las comidas, bañar a los niños y disponer la ropa para el colegio o el instituto.

«Los niños y las niñas y los y las adolescentes que quieren estudiar para tener un futuro no pueden seguir el ritmo de las clases porque no pueden acceder a las aulas virtuales o no pueden ver los correos electrónicos que les mandan los profesores o no pueden imprimir un trabajo», explica.

«No pueden estudiar con una bombilla, sino que estudian con una vela. Hacen los deberes con cinco mantas porque hace muchísimo frío. Y los bolígrafos se congelan en invierno en la Cañada Real», asegura.

En este aniversario, Akrikez carga contra las instituciones: «El abandono es violencia, hacia las mujeres y las niñas, pero también hacia toda la población de la Cañada Real, y además hay racismo porque la población del sector 6 es mayoritariamente migrante y gitana, islamofobia por la presencia mayoritaria de musulmanes, y discriminación».

La presidenta de la asociación cultural Tabadol reivindica el derecho de los vecinos de la Cañada Real a tener luz, como «personas trabajadoras que aportan a la economía de la ciudad», y reclama la celebración de unos contratos de suministro eléctrico para pagar sus gastos, como cualquier ciudadano sujeto a derecho.