Río de Janeiro, 19 sep (EFE).- El ministro brasileño de Salud, Alexandre Padilha, anunció este viernes que canceló el viaje que haría a Estados Unidos para participar en la Asamblea General de la ONU debido a las restricciones que el país norteamericano le impuso a su visado y que limitan los lugares por los que puede circular.
«Son condiciones inaceptables. Soy ministro de Brasil y cuando voy a un evento como esos tengo que tener las condiciones para cumplir los compromisos a los que somos invitados», afirmó el funcionario en una entrevista a la televisión Globonews.
El ministro era uno de los funcionarios brasileños que integrarían la delegación que acompañará al presidente Luiz Inácio Lula da Silva a la Asamblea de la ONU a partir del próximo martes en Nueva York y que esperaban el respectivo visado de Estados Unidos.
El Gobierno estadounidense finalmente le concedió el visado el jueves, pero le impuso restricciones, que solo le permiten circular entre el aeropuerto, su hotel y la sede de la ONU.
Estados Unidos canceló en agosto pasado el visado de Padilha y de algunos de sus familiares como sanción por su participación, como ministro de Salud de la época, en la firma de un acuerdo de 2013 para la contratación de miles de médicos cubanos.
Para el Gobierno estadounidense dicho acuerdo promovió la explotación laboral de los profesionales cubanos, ya que su salario se pagaba con la intermediación del Gobierno de Cuba, que se quedaba con parte de los fondos.
Brasil alegó que la cancelación del visado convencional no generaría un problema debido a que, en su condición de país sede de la ONU, Estados Unidos tiene el compromiso de conceder los respectivos permisos a los miembros de delegaciones que acudan a citas en el organismo multilateral.
El ministro afirmó que las restricciones que le fueron impuestas le impiden viajar a Washington para participar en una cita de la Organización Panamericana de la Salud (OPAS), así como en visitas a hospitales y reuniones que tendría con inversores en otras áreas de Nueva York.
«Tenemos que ir a lugares que no forman parte de la ONU y las restricciones hacen inviable la visita», dijo el ministro.
Padilha agregó que Brasil es el segundo mayor miembro de la OPAS y que en su viaje a la sede del organismo en Washington pretendía anunciar medidas de apoyo al mismo luego de que Estados Unidos redujera los recursos que le aporta.
«Son restricciones que no tienen cabida, injustas y absurdas», declaró en una rueda de prensa el canciller brasileño, Mauro Vieira, quien anunció que Brasil ha llevado el caso a la Secretaría General de la ONU y a la presidencia de la Asamblea General.