Nueva Delhi, 20 jun (EFE).- Un monzón que avanza más rápido de lo habitual está trayendo un esperado alivio al noroeste de la India con temperaturas más frescas y aire limpio, mientras su cara más destructiva causa estragos en el noreste, con graves inundaciones que ya afectan a cientos de miles de personas.
En la capital, Nueva Delhi, los efectos de la llegada de las lluvias han sido inmediatos, con la mejor calidad de aire en ocho meses, según datos oficiales, y el Departamento Meteorológico de la India (IMD) ha registrado temperaturas cinco grados por debajo de lo normal.
Este acelerado avance llega después de que el monzón permaneciera estancado durante 17 días, un parón que, según los oficiales meteorológicos, se debió a una «intrusión de aire seco» y que provocó un déficit de lluvia del 31 % en el país en la primera mitad de junio.
Impulsado ahora por sistemas de baja presión, el monzón ha recuperado el tiempo perdido y, según el IMD, alcanzará Delhi, Haryana y Punjab hacia el 22 de junio, adelantándose a su fecha habitual del 30 de junio.
En el noreste del país, la autoridad de gestión de desastres (ASDMA) indican que las inundaciones en el estado de Assam ya han afectado a miles de personas y el número de distritos damnificados sigue en aumento.
Datos del IMD confirman un cambio en el patrón de lluvias en esta región, con menos días de precipitaciones en general, pero un drástico aumento en la frecuencia de aguaceros cortos y extremadamente intensos.
Al mismo tiempo, este fenómeno se ve agravado por factores de gestión local, como la deforestación y la construcción de infraestructuras que han reducido la capacidad natural de absorción de agua de la zona.
El monzón es un fenómeno vital para la India, ya que aporta cerca del 70% de las lluvias que el país necesita para la agricultura y es considerado el sustento de una economía de casi 4 billones de dólares.