Madrid, 8 oct (EFE).- La opa del BBVA sobre el Sabadell, cuyo plazo de aceptación finaliza este viernes, ya tiene algunos ganadores: los bancos de inversión, asesores y abogados contratados para el proceso, y las agencias que se han hecho cargo de las millonarias campañas de publicidad que han jalonado el proceso.
Una opa que ha durado 17 meses desde que se inició, y que podría extenderse aún más si el BBVA no consigue el 50 % y se aventura a lanzar una segunda, es una importante fuente de ingresos para las firmas que intervienen, así como para la proyección de su imagen.
Las dos entidades se han rodeado de grandes bancos de inversión y de los más destacados despachos de abogados.
Los fichajes de bancos de inversión
Según indica el BBVA en el folleto de la opa, miembros de su equipo directivo contactaron en marzo de 2024 -antes de que el banco comunicará a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había trasladado al Sabadell su interés por abrir negociaciones para una fusión- con UBS Europe y JP Morgan para que fueran asesores financieros y en abril los contrataron.
Pero sus fichajes no se quedaron ahí y después de lanzar la opa a primeros de mayo de 2024, el BBVA contrató en junio a Rothschild España y a Mediobanca.
El Sabadell ya contaba cuando rechazó la oferta de fusión del BBVA a primeros de mayo de 2024, con Goldman Sachs y Morgan Stanley como asesores financieros y ya más cerca de la recta final de la opa ha sumado a Evercore para asesorar a los consejeros independientes.
Los bancos que actúan como asesores financieros en una opa se encargan del diseño y participan en la estrategia de la operación, y pueden ser retribuidos de diferentes maneras.
En esta opa, con un proceso largo y que requiere de grandes recursos, lo lógico es que perciban una comisión fija independientemente del resultado, aunque a ella se sumen pagos en función de la satisfacción del cliente.
Más dudoso es que en este caso asuman el riesgo de ligar la retribución al resultado de la opa.
Despachos de abogados y consultoras
En una opa con amplísimas implicaciones en el plano regulatorio, que acabó siendo autorizada en 2025 por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en segunda fase, y cuajada de requerimientos normativos y obligaciones legales, no faltan los despachos de abogados.
BBVA contrató en abril de 2024 a J&A Garrigues y Davis Polk para una potencial operación, y Sabadell ya tenía cuando el BBVA le propuso fusionarse con Uría y Menéndez.
También las consultoras de comunicación y los lobbys tienen su porción del negocio generado en torno a esta opa.
BBVA cuenta con Atrevia, así como con la consultora de comunicación y asuntos públicos Kreab para las relaciones institucionales, además de con Acento, fundada por el exministro socialista José Blanco y contratada con la misión de hacer ‘lobby’.
Sabadell tiene a Román como asesor en comunicación y a Llorente y Cuenca para asuntos públicos.
Además, el banco catalán contrató a Compass Lexecon, firma especializada en competencia y consultora en la que Jorge Padilla, marido de la presidenta de la CNMC, está al frente de Compass Lexecon International, aunque la firma advierte en su página web que él no representará a clientes ante la CNMC mientras su esposa, Cani Fernández, la presida.
La batalla publicitaria
Pero si una batalla ha sido visible en este proceso, ha sido la publicitaria mantenida por los dos bancos en prensa, radio, televisión, redes sociales y soportes publicitarios, antes nunca vista en una opa y a la que las dos entidades han dedicado importantes inversiones.
Con mensajes de ida y vuelta, en esas campañas accionistas del BBVA han dialogado con los de Sabadell sobre cómo podría ser su nuevo banco, mientras el banco catalán les decía a los suyos que «Solos ya nos va muy bien».