El Nobel Harold Pinter hace de ‘Viejos tiempos’ un enigmático laboratorio de recuerdos

Marta Belenguer (i), Mélida Molina (c) y Ernesto Alterio (d) durante el ensayo general de la obra 'Viejos tiempos', la obra del Premio Nobel Harold Pinter, que dirige Beatriz Argüello, en el teatro La Abadía en Madrid este martes. EFE/ Blanca Millez

Madrid, 11 mar (EFE).- Ernesto Alterio se sube al escenario para representar el texto del Nobel Harold Pinter ‘Viejos tiempos’, una obra que le atrajo porque le pareció una “acrobacia lingüística y actoral”.

“Me atrapó la idea de que no sabía de qué trataba en realidad y me impulsaba a buscar más”, sobre los personajes, afirma a EFE Ernesto Alterio este martes.

Alterio recuerda que Pinter también era un “gran actor” y apunta que sabe cómo articular el lenguaje para que un intérprete pueda con el ritmo idóneo pasar de “lo soez a lo poético”.

El elenco de ‘Viejos tiempos’, que estará en el Teatro de La Abadía del 13 de marzo al 13 de abril, lo completan Marta Belenguer y Mélida Molina, está dirigido por Beatriz Argüello y adaptado por Pablo Remón.

La actriz y directora Beatriz Argüello asegura que se trata de una de las obra más importantes de Pinter, y reconoce haber sido “valiente” para poner en marcha un texto “complejo y enigmático, que resuena de una manera particular”.

La pieza tiene tres vértices. La llegada de Anna a la casa de Kate y Deeley desencadena una sucesión de recuerdos en cada uno de ellos, cargados de impactos emocionales, que utilizan como arma arrojadiza hacia el otro.

Argüello remarca que Pinter (1930-2008) es un “maestro”, considerado uno de los autores más influyentes del teatro británico del siglo XX, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2005 y ‘Viejos tiempos’ se enmarca dentro de su “teatro de la memoria”, en la que el realismo y el misterio están presentes en un viaje al pasado sin orden a la hora de relatar los hechos.

“Se van descubriendo los personajes poco a poco, sin que el discurso sea cronológico”, lo cual no es un impedimento, pero así deja al espectador “puertas abiertas desde distintos puntos de vista” para contemplar la realidad, indica la directora.

Alterio apostilla que nunca se puede transmitir una verdad absoluta por lo que cada personaje va intentando imponer su versión.

“Los recuerdos se mueven todo el tiempo, nunca son completos. Según cómo los retengas te definen. Tu visión del pasado va a trasformar el presente”, ha señalado el actor, que llevaba cuatro años sin subirse a un escenario.

“El teatro me alinea. Es una necesidad, me conecta con las raíces y me recuerda porque me quise dedicar a esto”, asegura Alterio.