El OIEA confirma que no hay más daños en Natanz, pero más contaminación en su interior

Imagen de Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
EFE/OIEA/ DEAN CALMA // SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Viena, 16 jun (EFE).- El OIEA, la agencia nuclear de la ONU, confirmó este lunes que desde el viernes pasado no hubo más daños en la gran planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, atacada ese día por Israel, aunque en su interior hay contaminación tanto radiológica como química.

En un discurso ante la Junta de Gobernadores del OIEA, el director general de la agencia, Rafael Grossi, agregó que la infraestructura eléctrica de la planta, que incluía una subestación eléctrica, un edificio principal de suministro de energía, así como el suministro de emergencia y generadores de respaldo, fue destruida por los bombardeos.

En todo caso -agregó el responsable del OIEA- no hay indicios de un ataque físico a la sala subterránea de cascadas de centrifugadoras de gas para enriquecer el uranio, si bien la pérdida de energía podría haber dañado los equipos.

Por otra parte, Grossi confirmó que no se ha observado ningún daño en la planta de enriquecimiento subterránea de Fordow, también en el centro de Irán, ni en el reactor de agua pesada de Khondab (antes Arak), más al oeste y que está en construcción.

La central nuclear de Bushehr, en el extremo sur del país, no ha sido atacada ni afectada por los ataques recientes, y tampoco lo ha sido el Reactor de Investigación de Teherán, agregó Grossi.

Eso sí, en el centro nuclear de Isfahán, cuatro edificios fueron dañados en el ataque israelí del viernes pasado, explicó el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyos inspectores siguen presenten en Irán, donde están en constante contacto con las autoridades.

Se trata del laboratorio químico central, una planta de conversión de uranio, la planta de fabricación de combustible para el reactor de Teherán y una instalación de procesamiento de UF4 a metal de uranio enriquecido, en construcción.

En cuanto a los niveles de radiactividad, Grossi aseguró que «fuera Natanz se ha mantenido sin cambios y dentro de los niveles normales, lo que indica que no ha habido un impacto radiológico externo para la población ni para el medio ambiente».

«Considerando el tipo de material nuclear presente en este lugar, es posible que isótopos de uranio contenidos en hexafluoruro de uranio, fluoruro de uranilo e hidrofluoruro estén dispersos dentro de la instalación», precisó.

Esta radiación, advirtió Grossi, representa un peligro significativo si el uranio es inhalado o ingerido, aunque puede ser «controlado eficazmente» mediante medidas de protección adecuadas.