El OIEA cree que Irán no ha movido sus reservas de uranio enriquecido tras ataques de EEUU

El secretario general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, habla en una entrevista con medios de comunicación este miércoles, en Washington (Estados Unidos). EFE/ Andrés Sánchez Braun

Washington, 27 ago (EFE).- El director del Organismo Internacional de la Energía Nuclear (OIEA), el argentino Rafael Grossi, indicó este miércoles que no tiene información que indique que Irán movió de sitio sus reservas de uranio enriquecido tras los ataques israelíes y estadounidenses sobre sus instalaciones nucleares, en un momento en que el ente que dirige trata de retomar sus inspecciones en el país persa.

Grossi confirmó a su vez que representantes del OIEA inspeccionarán hoy mismo la central nuclear de Bushehr, la única operativa de Irán, lo que supone el reinicio de revisiones tras los ataques de junio, pero aseguró que el organismo continúa tratando con Teherán los detalles sobre el reconocimiento obligatorio que se debe hacer del resto de emplazamientos del programa atómico iraní.

La inspección al completo, que incluye las plantas bombardeadas de Fordó, Isfahan y Natanz, es un asunto que «debe ser abordado, cuanto antes mejor», según Grossi, que indicó que las visitas a estas tres instalaciones permitirán conocer la situación exacta en la que se encuentran las mencionadas reservas, que se calculan en más de 400 kilos de uranio enriquecido al 60 %.

Desde los ataques de junio se desconoce la situación exacta en la que se encuentra este material que puede usarse para fabricar bombas.

«No vemos ni creemos que haya habido ningún movimiento importante de material», apuntó Grossi, que aseguró que el OIEA dispone de imágenes tomadas por satélite relacionadas con estas reservas de uranio.

El diplomático argentino aseguró que el grupo E3 -formado por Alemania, Reino Unido y Francia que ha amenazado con retomar las sanciones contra el régimen ayatolá- ha abordado la situación de estos materiales en sus actuales conversaciones con Teherán, además de la necesidad de que el OIEA vuelva a estar sobre el terreno en Irán.

Grossi insistió también nuevamente en que los bombardeos israelíes y especialmente la operación «Martillo de medianoche» que ejecutó Washington el 21 de junio ha provocado que las capacidades nucleares de Irán se hayan visto «gravemente degradadas» y que existe consenso internacional al respecto, incluyendo a Teherán.

Durante su visita a Washington, el director general del OIEA se reunió con el enviado especial para Oriente Medio de EE.UU., Steve Witkoff, para intercambiar impresiones sobre la actual postura de Irán en un momento en que las conversaciones Washington-Teherán previas a los ataques permanecen suspendidas.

Grossi considera que EE.UU. «tiene una visión clara sobre lo que Irán necesita hacer» y a su vez considera que el Gobierno de Donald Trump «está abierto al diálogo».

El director general de la agencia nuclear de la ONU también quiso hablar sobre la preocupante situación de las plantas nucleares en Rusia -a donde dice que viajará próximamente- y Ucrania.

Grossi consideró muy preocupante el reciente ataque de Kiev sobre la planta rusa de Kursk y volvió a insistir en que la situación de la central ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, sigue siendo «muy muy peligrosa».

Explicó que la actividad militar en torno a Zaporiyia no solo no aminora sino que parece incrementarse y consideró especialmente preocupante la proliferación en su entorno de drones, capaces de ser «tremendamente disruptivos» para la seguridad de la planta.