Madrid, 7 mar (EFE).- El padre de Elisa Mouliaá ha afirmado ante el juez que investiga a Íñigo Errejón por presunta agresión sexual a la actriz que cuando llamó a su hija aquella noche para contarle que su nieta estaba enferma la notó “ausente”, y al llegar a casa “no era ella”.

El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha tomado declaración este viernes a cuatro testigos: el padre y el hermano de Mouliaá, un asistente a la fiesta en la que supuestamente Errejón agredió sexualmente a Mouliaá y a una amiga de esta.

Ni la denunciante ni el investigado han entregado los móviles en el juzgado, como ordenó el juez en una providencia dictada recientemente, ya que aún queda plazo para hacerlo, han explicado fuentes jurídicas.
El padre de la actriz Elisa Mouliaá ha explicado que cuando llamó a su hija la noche de los hechos para comunicarle que su bebé tenía fiebre ella le contestó, pero “con una ausencia”, y cuando Elisa llegó a casa “efectivamente siguió con esa ausencia, y era evidente el estado de embriaguez o de lo que tuviera”, según ha explicado el letrado de Mouliaá, Alfredo Arrién.
Este abogado ha asegurado que el padre ha relatado que su hija no tenía sus “capacidades normales” y “no estaba bien”, y tras decirle que la bebé había mejorado ella se acostó y ya hablaron al día siguiente, cuando le contó parte de lo ocurrido.
“Si hubiera sabido toda la realidad hubiera cogido ese momento a su hija y la hubiera llevado él mismo a la comisaría de denunciar… Pero no lo supo, porque su hija no le relató todos los hechos por pudor”, ha dicho el letrado, que ha sostenido el padre de Mouliaá “no se dio cuenta de la gravedad de los hechos hasta que vio la denuncia”.
Por su parte otras fuentes presentes en la declaración han confirmado este relato y han añadido a EFE que el padre ha contado que cuando llamó a la actriz por teléfono la notó “descolocada” y “bloqueada” y “no se enteraba de la situación” que él le contaba.
En casa la vio “muy extraña” y como si “no fuera ella” y le dijo que fuera a descansar para hablar al día siguiente, cuando él le propuso que fuera a un psiquiatra con experiencia y “de verdad”, ya que ella acudía a “sesiones online”.
Estas fuentes han precisado que el hermano de la actriz sí ha explicado que le contó que se sintió mal porque Errejón le puso tres reglas para ir a la fiesta con ella, la besó sin permiso en un ascensor y luego la metió en una habitación y ella tuvo que “pararle los pies”.
Otras fuentes jurídicas han precisado que tanto el padre el padre como el hermano de la denunciante han reconocido que aquel día les contó que se había sentido “incómoda” por la actitud de Errejón, pero que no les relató ninguna agresión.
Estas fuentes han precisado que en la declaración ha quedado claro que Mouliaá acudía antes de los hechos al psiquiatra por problemas de trabajo y personales.
También ha declarado este viernes, ante el juez Adolfo Carretero, Fernando, un amigo de la actriz, que según la denunciante bailaba con ella cuando Errejón la cogió de un brazo y la llevó a una habitación, y quien ante el juez ha dicho que no recordaba ese momento ni detalles de la fiesta, pero que no vio “nada raro” en la actitud entre su amiga y Errejón.
“En ningún momento se acercó para decir que estuviera incómoda”, ha añadido según fuentes jurídicas.
También ha declarado como testigo este viernes una amiga de Mouliáá en aquellos momentos, que ha explicado que unos días después de la fiesta la denunciante le contó que cuando quedó con Errejón se sintió “violentada” y tuvo que decirle que “solo sí es sí”.
La acusación particular ha renunciado a tres testigos que había propuesto, mientras se ha acordado que se tome declaración a otros dos que viven fuera de España, según fuentes jurídicas.