Madrid, 29 abr (EFE).- El pianista chino Lang Lang, considerado el músico clásico más influyente y popular de la actualidad, ha recibido una larga ovación del público que ha llenado este martes el Auditorio Nacional para escuchar un recital tras el que ha firmado autógrafos a los seguidores que se han acercado al escenario.
Esta imagen poco frecuente en los conciertos de clásica se ha producido tras dos horas de virtuosismo y exhibición pianística en un recital, dentro del ciclo Impacta, compuesto por la ‘Pavana en fa sostenido menor’ de Fauré (que evoca esa danza de la corte española del siglo XVI) y obras románticas de Schumann (‘Kreisleriana, Op. 16’), y Chopin (de quien ha tocado varias mazurcas y una polonesa).
Acabado el concierto, Lang Lang ha hecho dos bises, el ‘Claro de luna’ de Debussy y el arreglo que hizo del tema ‘¿Y quién teme al Lobo Feroz?’ en un disco sobre canciones de Disney.
El público, entre el que había muchos aficionados orientales, estaba deseoso de aplaudir, y así lo ha hecho con frecuencia entre las piezas de los dos actos que han compuesto este recital.
Nacido en 1982 en Shenyang, la antigua capital de Manchuria, Lang Lang es una de las figuras más destacadas y mediáticas de la música clásica. El New York Times le proclamó “el artista más popular de la música clásica”.
Se ha acercado a otros estilos musicales y ha actuado junto a Metallica, Pharrell Williams o Herbie Hancock. En 2008 fundó Lang Lang International Music Foundation con el objetivo de desarrollar a los grandes pianistas del mañana y de promover que la educación musical esté a la vanguardia de la cultura.
En 2013 fue designado por el secretario general de las Naciones Unidas como Mensajero de la Paz enfocado en la educación global.
Lang Lang empezó a tocar el piano a los tres años, y dio su primer recital público antes de cumplir los cinco. Entró en el Conservatorio Central de Beijing con nueve, y ganó el primer premio en el Concurso Internacional Tchaikovsky para músicos jóvenes con trece.
En 2016 fue invitado al Vaticano para actuar para el Papa Francisco y también ha tocado frente a numerosos dignatarios internacionales, incluyendo cuatro presidentes de Estados Unidos.
